“Todavía no lo puedo creer”, dijo la abuela
| 19 de Agosto de 2016 | 02:08

Algunos familiares de las víctimas permanecían ayer reunidos en la vereda de la casa del espanto, mientras varios vecinos agrupados frente a sus viviendas repasaban en voz baja los angustiantes momentos vividos durante la madrugada.
Ese era el panorama ayer a la tarde en 132 entre 506 y 507.
Entre esas personas estaba Rosa, la madre de Jonatan Gabriel Ramírez, con su rostro atravesado por un dolor que no se puede describir con palabras. “Estoy muy mal, no puedo hablar”, deslizó.
Soltó que su “hijo vivió acá desde siempre y todavía no puedo creer lo que pasó”, justo antes de que una mujer la abrazara fuerte y se pusieran a llorar juntas.
Tomás Contreras (68) vive al lado de la casa de las víctimas y a las tres de la mañana se despertó y vio “llamas en la puerta de entrada” de ese domicilio.
“El fuego fue muy rápido. y los chicos no pudieron salir. Nunca vi algo así. Hasta un vecino quiso tirar abajo la puerta y no pudo”, acotó.
Se supo que un hermano de Ramírez es policía, que el joven se había desempeñado como empleado en una carnicería y que el miércoles pasado, horas antes de encontrar la muerte, había entrado a trabajar en una pollajería.
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