“Se mantendrá el legado que nos dejó la generación anterior”

Por NICOLAS NARDINI
ENTREVISTA

Pocas horas después de aterrizar en Ezeiza junto a la Selección Nacional de Básquet, luego de realizar un más que correcto Juego Olímpico, el pivot Marcos Delía visitó la redacción de este diario antes de partir rumbo a Saladillo, su ciudad natal. Allí estará unos pocos días y luego tendrá que volver a empacar para viajar a España, ya que acaba de firmar contrato con el Murcia, donde jugará la Liga ACB y la Eurocup en lo que será su primera experiencia europea.

El ex jugador de Obras valoró lo realizado en Río y contó qué significa para los más jóvenes (tiene 24 años) el legado de la Generación Dorada, tras compartir un Juego Olímpico con Ginóbili, Delfino, Nocioni y Scola, todos campeones en el histórico oro de Atenas 2004:

- Alcanzaron el objetivo con el que habían ido a los Juegos.

- Se hizo un buen torneo, en las previa nos habíamos puesto como objetivo ganar dos o tres partidos en la fase de grupos, lo logramos y luego por otros resultados nos terminó tocando un cruce con Estados Unidos, que era muy difícil. De todos modos, en líneas generales fue un gran torneo.

- ¿Les quedó algo en el debe o con la buena fase de grupos que hicieron se vinieron conformes?

- Hoy viéndolo a la distancia, reconocemos que se hizo un buen torneo, pero cuando vimos el nivel que habíamos logrado y las victorias importantes, ahí es como que nos propusimos ir por algo más. El tema es que nos tocó el cruce más complicado. Croacia ganó partidos que no se esperaba que ganara, eso nos dios un poco de bronca, pero analizándolo en frío, reconozco que hicimos un buen campeonato.

- ¿Qué te dejó el inolvidable triunfo ante Brasil en el clásico y de visitante?

- Fue increíble, parecía algo de película porque pasó de todo. Era un partido que estaba muy complicado, lo veníamos perdiendo cuando faltaba un minuto, pero apareció Facu (Campazzo) con una bandeja y unos libres, luego el triple de Chapu (Nocioni) y en el suplementario nos dimos cuenta que lo teníamos para ganar y nos los terminamos llevando. Después, todo lo que fue el marco fue impresionante, el apoyo de nuestra gente se hizo sentir muchísimo en todos los partidos.

- ¿Se habló en el grupo internamente de la actitud de Lituania, que quedó sospechada de haber entregado partidos para evitar cruzarse con Estados Unidos?

- Se habló un poco, sobre todo antes del partido contra Croacia, donde decíamos `ojalá que ganen, pero va a estar difícil´. La verdad que es muy difícil hablar de eso, porque después ellos terminaron perdiendo por 30 con Australia, así que quizás estaban mal internamente. Nos dio un poco de bronca, no con ellos personalmente, pero creo que es un equipo que le podía ganar en la última fecha a Croacia, algo que nos hubiera permitido ser terceros y evitar a Estados Unidos. De todos modos, siempre pensamos en ganar nosotros y no depender de nadie.

- ¿En qué momento del partido ante Estados Unidos ya se dieron cuenta que el triunfo era imposible?

- Empezamos muy bien el partido, sabíamos que iba a ser difícil mantener el ritmo contra ellos y que había que tratar de evitar las pérdidas y los rebotes ofensivos. Nuestras pérdidas terminaron en triples y cuando un equipo se siente cómodo, es muy difícil revertir eso. Se trató de hacer el mejor partido posible y de competir con ellos.

- ¿Qué significa para ustedes, los más jóvenes, haber compartido plantel con la mejor generación de la historia?

- Muchísimo, es una gran alegría, un privilegio, a uno lo hace sentir orgulloso. También tuvo la parte emotiva de ser el último partido de Manu y del Chapu. Uno se ha encariñado en este tiempo y por eso en parte sufre con ellos. Ellos son grandes y saben que la vida del deportista es así, que nos toca a todos.

- Habrá sido impactante para ustedes ver quebrado a Ginóbili, un tipo muy sereno en general en sus emociones...

- Es que había un montón de condimentos especiales, había muchísima gente de Argentina, era el último partido en la Selección, era cerrar un ciclo de 20 años, es mucho. Ellos son un grupo de amigos, más allá de ser compañeros y es una etapa que se termina, algo que siempre provoca emociones.

- ¿Que enseñanzas les dejan estos monstruos de la Generación Dorada a las nuevas camadas?

- En lo que más nos hicieron hincapié es en que formemos un grupo, que es lo más importante. Ellos nos marcaban que enfrentaron a selecciones con más talento y mejores jugadores y los pudieron vencer porque eran un grupo de amigos, un bloque. Y después en cuanto a la forma de entrenar, lo compartimos en el día a día.

- ¿Es un alivio teniendo en cuenta tu puesto, que Scola haya confirmado que sigue?

- Luis ha dado mucho por el básquet y por la Selección y tenerlo en un grupo siempre es positivo. Sé que va a estar más grande, que no será el mismo de cuando tenía 28 o 30 años, pero seguirá absorbiendo la presión del entorno y rindiendo en la cancha, porque está preparado para hacerlo.

- ¿Están preparados para tomar más protagonismo en las próximas competiciones?

- Estos torneos compartidos con los más grandes nos sirvieron para juntar experiencia, ahora hay que ponerlo en práctica.

- ¿Cómo te preparás para tu nueva etapa en España, en el Murcia?

- Es muy motivante, algo nuevo para mí, lo encaro con ganas, ansiedad e ilusión. Tendré de compañero a Campazzo, para compartir cosas dentro y fuera de la cancha.

- ¿Qué se le puede decir, tras el cierre de esta etapa, al hincha de la Selección para el futuro?

- Va a ser un equipo nuevo, porque habrá otros jugadores, pero se seguirá manteniendo la entrega, las formas y el legado que nos dejó la generación anterior. No puedo afirmar que vamos a ganar todo lo que ganaron ellos porque es muy difícil, pero que se hará todo lo posible, que hay material y que hay ganas, lo aseguro al cien por ciento.