Segundo regreso
| 26 de Agosto de 2016 | 00:45

Once años después de su último disco, Federico Gil Solá y su banda, los Exiliados, vuelven a escena con “Operación retorno”, un álbum que toma al rock como punto de partida para abordar elementos del folklore argentino, electrocutados por la potencia característica del grupo.
Las letras de las diez canciones que conforman el material, que será presentado el jueves 20 de octubre en el teatro porteño Del Viejo Mercado (Lavalle 3177), se sumergen en una búsqueda esencial para el concepto artístico pergeñado por el reconocido baterista y cantante.
La banda se originó como continuación del primer proyecto solista de Federico Gil Solá en 2001 para presentar su disco debut, “Leaving Las Vergas”. En 2005, ya como Gil Solá & Exiliados, editaron el álbum “La suerte & la palabra”.
Luego de un paréntesis de varios años, Federico rearmó su banda junto a Sebastián Villegas (bajo), Damián Ferraris (voz), Gustavo Bustos (guitarra) y Roberto Garcilazo (guitarra y arreglos) con quienes grabó y editó su flamante trabajo discográfico: “Operación retorno”.
Actualmente, Gil Solá & Exiliados se encuentra conformada por el cautautor en batería y voces, Sebastián Villegas en bajo, Damián Ferraris en voz y Patricio Ciavarella en guitarra.
Federico Gil Solá comenzó a tocar batería a los diez años en Buenos Aires. Al poco tiempo, por razones políticas, junto a su familia se exiliaron en Estados Unidos. Ya en Berkeley, California, formó su primer grupo, Young Adults, con quienes tocó en el circuito under de San Francisco, compartiendo cartel con grupos seminales del hardcore punk como Dead Kennedys y Avengers.
En 1983, con la banda Wire Train grabó su primer disco “In a chamber”, elegido por Bono Vox de U2 y por la revista inglesa New Musical Express como disco revelación; con esta agrupación realizó extensas giras por USA y Canadá, teloneando a Big Country, King Crimson, The Cure, R.E.M. y Stevie Ray Vaughan, entre otros.
En 1990 regresó a la Argentina para unirse a Divididos, con quienes compuso y grabó los discos “Acariciando lo áspero” y “La era de la boludez”, llegando a llenar catorce veces en un año el estadio de Obras Sanitarias, y el de Vélez en 1994.
En 1995 se alejó de la banda y tras un par de años en los que se dedicó a dar clases de batería y a grabar en su estudio, comenzó a trabajar en lo que se convirtió en su primer trabajo solista “Leaving...”, con muy buena recepción por parte de la prensa especializada. Durante 2010, realizó un ciclo junto a su esposa, la cantante y compositora Laura Ros, registrado para el dvd “Fede Gil Solá + Laura Ros: Tercer Jueves” (2011).
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