A 20 metros, un local terminó por cerrar
| 5 de Agosto de 2016 | 01:45

A 20 metros de donde Rubén Agüero atiende un kiosco funcionaba una pollajería, sobre calle 133. Ese negocio terminó cerrando por culpa de la inseguridad.
Fue hace tres semanas cuando entraron delincuentes en aquel comercio, en momentos en los que había clientes, a los que aparentemente también les robaron.
Aquel caso tuvo ribetes de violencia porque todas las víctimas terminaron encerradas. Según supo Agüero, todas tuvieron que salir por los fondos para pedir auxilio.
Tan dramático fue todo que sus dueñas “cerraron definitivamente por el miedo que les quedó”, explicó el ex futbolista.
En esta situación, lo que les queda es pedir mayor prevención policial, en un contexto adverso: “Los propios policías me dijeron que no dan abasto”, remarcó Rubén.
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