MINI HISTORIAS DE VIAJE - #2

1)    Nos hospedamos en el barrio de la Ópera. La elección de un día: almorzar en el emblemático restaurante Chartier, a pasos del hotel, sobre la Faubourg Montmartre. Nos toca un mozo ponja. Cuando logré hacerme entender por el menú, el tipo me dice “pulé”. Y yo, muy suelto de cuerpo, le respondo: - Si, con puré. Al final era pollo y vino acompañado con papas noisettes…!!

 

2)    Al responsable de la plaza de toros de Valencia mi pedido para que me abriera el acceso a la arena del circo un día de asueto y sin corridas a la vista le resultó tan insólita, como inesperada. El tipo se vio envuelto en tal confusión que terminé disparando… mi cámara digital, en fotos a mi esposa, en el ruedo valenciano.

 

3)    Un consejo. Si vas a Haifa y un día se te ocurre llegarte a visitar los jardines del Templo Bahai, no tomes fotografías desde la parte alta. Hazlo preferentemente desde abajo hacia arriba y me agradecerás por haber capturado las mejores imágenes de las terrazas de plantas y flores de tan bello lugar.

 

4)    Caminamos mucho hasta llegar allí. Y después también fue mucho lo que recorrimos en ese lugar. Abonamos un precio alto cada entrada. No había casi nada para ver, ni cosas que llamaran la atención. Me invadió una extraña sensación de frustre. Eran la casa de García Lorca y el contiguo parque de San Vicente en Granada.

 

5)    Nunca sabremos qué pasó que le caímos tan bien al conductor del trencito que lleva a los turistas de paseo por los hermosos jardines del Palacio de Versalles. El hombre nos concedió sin cargo una segunda recorrida por tan magníficos lugares y paisajes.

 

6)    No es tan fácil estar alojados a media cuadra de Las Ramblas, en Barcelona, y no tentarse en darse una vuelta por el mercado de La Boquería. Eso nos ocurrió y en verdad no estábamos preparados para soportar el bombardeo de aromas, sabores y colores, que aprovecharon nuestras glándulas salivales para hacernos sentir en otro mundo.

 

7)    Yo había ido por cigarrillos y, mientras tanto, mi esposa ordenaba una de las maletas en la habitación del hotel. De pronto sintió que alguien la tocaba por la espalda. Te regalo el tembladeral. El hotel era muy céntrico y la ciudad era Brujas.

 

8)    Alguien se imagina llegar a Madrid en pleno verano, con una temperatura que lo derretía todo, dirigirse al hotel contratado y pagado antes del viaje y encontrarse con un alojamiento por 8 días que en sus habitaciones no tenía aire acondicionado, ni ventiladores, ni nada?. Era un hotel recomendado por una agencia de turismo montevideana de primera línea que nos vendió el paquete. Y nos empaquetó.

 

9)    Es fantástico el trencito que recorre Toledo y te lo muestra de manera más que disfrutable. Y aunque la ciudad es pequeña, lo que implica que el recorrido posea tramos que se repiten, finalmente resulta una experiencia inolvidable.

 

10)                      Cuando uno se percata que los conserjes, las mucamas, los recepcionistas, los botones y hasta el cheff hablan español, uno se siente como si estuviese en un hotel de alguna ciudad cerca de casa. Nos ocurrió en el magnífico hotel de Bruselas.

 

 

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