Hallaron muerto al nene que cayó a la cantera de Abasto y ya van 4 chicos ahogados este mes
Edición Impresa | 26 de Noviembre de 2017 | 03:13

Fue el peor final para la tarde de desesperación que generó la caída al agua de Ariel, el nene de 5 años que había ido a pescar el viernes con su tío, otro menor -de 12- a la profunda cantera ubicada a la altura del kilómetro 50 en la Ruta 2. Por la noche, fue hallado su cuerpo en el área donde se lo había tragado la cava al intentar desprender una línea de pesca.
El desenlace confirmó la cuarta muerte de un menor en la Ciudad, en lo que va de este mes, por ahogamiento en piletas, tanques o, como en este caso, una cantera.
Tras el presunto accidente del chico y el pedido de auxilio que llevó hasta su casa el menor de 12 años, se montó un operativo de búsqueda con 2 dotaciones de bomberos. Sin embargo, el desenlace trágico fue confirmado a instancias de un vecino, que ingresó al agua luego de que los Bomberos resolvieran suspender la búsqueda después de las 20, por falta de visibilidad.
La medida generó malestar y tensión con los allegados al menor. Una fuente vinculada al operativo contó que el hombre se metió sin ningún tipo de protección y vestido como había llegado, irritado con la decisión de los rescatistas. “Lo encontró en la zona donde aparentemente había resbalado mientras pescaba y quiso desenganchar una plomada. Quizás los chicos se confiaron pensando que era un lugar de poca profundidad”, dijo la fuente.
La cantera, lindante con un predio industrial, está a 20 cuadras de donde vivía el nene. Hasta ahí había ido caminando con su tío a media tarde.
Según se informó, los niños estaban pescando y ante el enredo de la línea el más chico se asomó al agua en un lugar con poca profundidad, sin advertir que a centímetros cae la pendiente hasta llegar a unos 6 metros.
“Cuando el chiquito se fue adentro, el tío lo quiso ayudar pero no pudo y salió corriendo hacia la casa, donde encontró al abuelo. Avisaron a la policía y salieron todos para la cantera”, indicó la fuente.
Siempre según la versión, los chicos habían ido en otras oportunidades al predio. También sería un lugar conocido y de pesca para sus familiares mayores. Todo, pese a los peligros que generan estos socavones, en particular los que están inundados por corrientes subterráneas o agua de lluvia.
Los potenciales daños son tantos que en La Plata se reguló la actividad de las canteras mediante la ordenanza 9760, de 2004.
Esa norma establece que las empresas que realicen actividades extractivas de suelos deben rodear el predio con un alambrado olímpico, colocar carteles de alerta y tener custodia privada las veinticuatro horas.
Según fuentes consultadas en la víspera, nada de eso puede advertirse en la cantera en cuestión.
El caso de las últimas horas se suma a otras tragedias en el agua.
El miércoles a la mañana hallaron sin vida a un chico de 10 años, en la pileta de una casa en construcción en Los Hornos (84 entre 133 y 134). El martes, un nene de 2 años murió ahogado en un tanque australiano en la quinta donde vivía con su familia, en Olmos. Y el viernes 10, un nene de 3 años se ahogó en la piscina de su casa, en Abasto.
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