Las respuestas en otras ciudades alrededor del mundo
Edición Impresa | 17 de Diciembre de 2017 | 03:32
Grandes ciudades como París, Roma, Vancouver o Barcelona implementaron distintas respuestas para resolver el problema de la venta informal callejera.
En Barcelona, por caso, se apostó por programas para reinsertarlos laboralmente a través de cursos de oficios, como por ejemplo, de pescadores. A los que venden ilegalmente se les aplica multas y se los desaloja. Incluso, se les aplican multas a los compradores, que van de los 50 a los 180 euros.
En Vancouver (Canadá) se concentró a los vendedores informales del centro en un mercado dentro de la ciudad con espacio para 200 puestos, licencias renovables cada semana y la actividad regulada.
En París el comercio en la vía pública está estrictamente reglamentado y cada puesto requiere de registro y autorización. Algunos comerciantes acordaron con los manteros para que no vendan lo mismo que ellos venden
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