Una previa pasada por agua y muchas dudas

El partido entre Estudiantes y Talleres debió retrasarse debido a la cantidad de agua que cayó en tan poco tiempo Córdoba y que inundó el campo de juego del estadio Kempes.

El juego finalmente comenzó a las 17.30 debido a que el clima mejoró y el terreno drenó los suficiente como para poder jugar.

Sin bien el día no asomaba como para descomponerse, de un momento a otro el cielo se encapotó y la lluvia comenzó a caer sobre la capital cordobesa.

Y así fue que rápidamente varios sectores del campo comenzaron a llenarse de agua.

Pasadas las 16.30, el árbitro Diego Abal, con un paraguas color naranja comenzó a recorrer el césped mientras Mariano Andújar hacía el calentamiento previo y charló un rato con el arquero.

Minutos después, el juez dijo que "está complicado, vamos a hacer lo posible para jugarlo, en un rato salimos de vuelta a recorrer el campo".

Ya en la segunda recorrida, con el clima un tanto mejorado, confió que "vamos a correr el horario del partido para no tomar una decisión apresurada por si sale el sol. En este momento no está para jugar en forma normal".

En su última salida, el juez fue más optimista y aseguró que "aguardaremos hasta las 17.30 así drena bien. Tenemos el permiso de AFA".

Por su parte, el Secretario Técnico albirrojo, Agustín Alayes, dijo que "si la pelota no rueda es difícil jugar. Abal nos dijo hizo, intercambiaron alguna cuestión con Mariano (Andújar), pero los equipos nos tenemos que adaptar al árbitro, que imparte la justicia en el partido".

Finalmente estuvo el "OK" del árbitro y el encuentro pudo disputarse a partir de las 17.35,

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