Volvió con todas las luces y le regaló una alegría a su gente

El triunfo ante Quilmes pudo haber sido más abultado. El Bosque fue una fiesta

Edición Impresa

Por nicolas nardini
comentario

La espera resultó eterna para los futboleros de ley. Aquellos que estaban cansados de tanto fútbol de Europa por TV querían volver a sentir la acumulación de adredanlina que sólo ver en acción a sus clubes puede generar. Ni la épica que se adueñó de la inconmensurable victoria del Barcelona de Messi en la semana por la Liga de Campeones de Europa mitigó ese sentimiento de ansiedad que los fanáticos del fútbol nuestro experimentaron por este parate que parecía no tener fin. Al margen de la belleza -o de la falta de ella- de los espectáculos domésticos, los futboleros locales no veían la hora de tener en acción a los protagonistas que defienden sus colores.

Por todo eso, la tarde de domingo en el Bosque fue especial para los hinchas triperos. Había muchas ganas acumuladas entre los fanáticos. Ganas de ver de cerca a los suyos en un partido “por los porotos”, de testear al mejor refuerzo de los últimos tiempos (Alemán) y de apreciar si Alfaro había logrado rectificar las cosas negativas del equipo, ayudado por un receso inédito para los tiempos modernos del fútbol argentino.

Con toda esa pesada mochila en sus espaldas, los protagonistas, a sabiendas de lo que el público esperaba de ellos, dieron la talla. Estuvieron a la altura de un regreso insorportablemente esperado. La producción mens sana no dejó dudas en cuanto a la justicia del marcador final (fue 3 a 1 pero bien pudo haberse dado un resultado más abultado) y apenas abrió el debate para algunos matices del juego que tendrán que ser mejorados. No obstante, yendo de lo particular a lo general, el nudo de la vuelta al ruedo albiazul pasó por la clara supremacía sobre su oponente y por la eficacia para facturar cada vez que un flojo adversario le dio alguna ventaja cerca de su propia área. Se trató de una actuación sólida en general, acompañada por lucimientos individuales que bordaron un trabajo a todas luces positivo.

ABRIO EL CAMINO Y GANO EN CONFIANZA

Cuando a Gimnasia le costaba ejercer dominio sobre un rival que trataba de complicarlo manejando el balón a espaldas de sus volantes, consiguió la ventaja inicial. Ese primer golpe de autoridad, le permitió disipar las incipientes dudas, para pasar a tomar las riendas del trámite ya con total claridad.

El oriental Alemán, un verdadero dolor de cabeza para todo el fondo cervecero, encaró y ganó por enésima vez por desparpajo y habilidad, para recibir una falta entrando al área grande (ni varias repeticiones sirvieron para despejar plenamente las dudas sobre si la infracción fue o no dentro del área) que derivó en el uno a cero de Licht.

Envalentonados por la ventaja transitoria, los mens sana lograron ganar la zona medular y, desde allí, empezó a tejerse lo mejor del juego del equipo. Alemán, este uruguayo que llegó verdaderamente como refuerzo y no como incorporación, parece tener todo para alargar la leyenda de los orientales que dejaron huella en el Lobo (Sanguinetti a la cabeza, después, Perdomo, Alonso, Vargas y tantos otros) con una actuación soberbia en su primera vez oficial vestido de albiazul. Las pidió todas, desequilibró cada vez que la tocó y ya mostró que con su zurda es capaz de marcar diferencias en menos de un metro cuadrado. A su ritmo, creció todo Gimnasia y Fito Rinaudo mostró destellos del hombre que está predestinado a ser patrón de estancia.

El propio Rinaudo estiró la ventaja con un soberbio zapatazo para el 2-0 parcial. El volante pareció cargar en la fuerza de ese disparo, toda la bronca acumulada en tantos meses de larga recuperación e insoportable espera. Fue un gol cargado de significado. En el abrazo confluyeron, además del cariño de sus compañeros, la dedicación del cuerpo médico y técnico que lo acompañó en ese largo proceso, el desahogo de tanta pena contenida y la inmediata caricia tribunera que tanto esperó por el retorno de su ídolo.

POCOS MINUTOS DE ZOZOBRA

El primer tramo del complemento transcurrió en un contexto de cierta tranquilidad para Gimnasia. El Lobo tenía dos goles de ventaja y estaba más cerca de ampliar esa diferencia que de sufrir un golpe en su propia portería.

El trámite parecía no dar espacio para que se pusiera en riesgo el triunfo local. Pero como en el fútbol no todo es predecible, un momento de inspiración cervecero, acompañado por un par de desatenciones defensivas del Lobo, fueron el marco para el descuento de la visita.

Luego sobrevino un breve lapso de cierta zozobra, porque Quilmes parecía pasar de una sensación de conformarse con no ser goleado a soñar con que el empate ya no era una quimera.

Sin embargo, una buena combinación ofensiva mens sana, y una certera definición de Mauro Matos, que empezó a pagar en especias su contratación, derrumbaron ese ténue vaho a que podía desmoronarse la victoria tras el esperado parate.

El 3 a 1, que fue en definitiva lo que indicó la “chapa” final, despejó toda duda. Es más, ante la desesperación por torcer el inexorable rumbo del partido, Quilmes dejó muchos espacios y bien pudo haber sido goleado por Gimnasia, de haber estado el elenco de Alfaro un poco más fino en la definición en los últimos diez minutos de partido.

Dejó varios aspectos a destacar el primer triunfo mens sana de este 2017. El primero es que Alfaro tomó nota y se vio a un equipo con un cariz un poco más ofensivo, que privilegió (aún sin brillar) la búsqueda por encima de la espera. El segundo es que recupera a un estandarte para la batalla de la zona media con el regreso en gran nivel de Fito Rinaudo, que en una tarde despejó las dudas infundadas que se habían desatado en torno a su realidad física. Y el tercero, aunque no por ello menos relevante, la aparición de un refuerzo capaz de modificar el cuadro de situación de un equipo por sí mismo: Brahian Alemán.

La espera se hizo densa para los triperos, que ayer colmaron el estadio del Bosque. Luego de un intervalo interminable, los jugadores le regalaron un triunfo inobjetable.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE