Firmes junto al Lobo

Por FACUNDO ACHE
SENSACIONES

Historias que traen los partidos internacionales. Sebastián Petricca está a cargo del micro del Mondongo, que llegó a Campinas tras 38 horas de viaje con 54 pasajeros. Aquí los recibió Felipe, “torcedor” de Guaraní. En el propio estadio del tradicional rival de Ponte Preta fueron recibidos y compartieron la previa del partido con los infaltables “choris”, idioma universal en español o portugués.

Antes de jugar, la camaradería justificó el cansancio y las excusas para faltar varios días al trabajo.

Dos micros llegaron desde La Plata a Campinas, además de quienes viajaron vía aérea o en automóviles particulares. Algunos, aprovechando la estadía forzada por el paro general de hoy y la imposibilidad de volar, siguieron en plan turístico hasta Río de Janeiro para completar unas minivacaciones. Fueron los menos. La mayoría llegó en ómnibus y tras el juego, otra vez un día y medio en la ruta.

Las entradas costaron 20 reales

El valor de las entradas para el público tripero era de 20 reales, unos 120 pesos al cambio oficial. La venta debía desarrollarse solamente el Estadio “Moisés Lucarelli” desde las 11 de la mañana hasta el entretiempo del cotejo, aunque por una dificultad en el sistema informático del estadio, comenzó cerca de las 11:45. A esa hora, unos 50 hinchas Triperos ya esperaban su lugar para ver el debut del Lobo en la Sudamericana 2017.

Dos fuera del banco

Por otro lado, Jorge Valdez Chamorro y Nicolás Contín se quedaron al margen en la decisión final de Gustavo Alfaro a la hora de elegir titulares y suplentes para el partido de anoche. Ezequiel Bonifacio, después de mucho tiempo, volvió a ocupar un lugar en el banco de relevos. El jugador número 21, Lucas Licht, ya sabía que lo vería desde afuera por la suspensión que adeudaba de la Copa Sudamericana 2014, aunque ya entrena para su vuelta ante Temperley el lunes en el Bosque.

La de anoche fue la tercera visita mens sana a tierras brasileñas en competencias sudamericanas. En 2006 por esta misma copa eliminó a Fluminense mano a mano (1-1 en Río), mientras que en 2007 cayó derrotado por Santos 3-0 en Vila Belmiro por la fase de grupos de la Coa Libertadores de América.