Los tapó la niebla

Estudiantes y Gimnasia empataron 0-0 un clásico de Reserva sin brillo

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La cancha N°5 del Country fue testigo del empate en cero en el clásico de Reserva entre Estudiantes y Gimnasia. El Lobo se quedó con un jugador menos a los 27 minutos del complemento por la expulsión de Ignacio Jáuregui, por lo que el empate le terminó sentando mejor que al conjunto pincharrata, que no supo aprovechar el hombre de más. Para colmo, no pudo acercarse al líder Newell’s.

El encuentro comenzó pasadas las 10 bajo una densa niebla. De arranque el que se sintió más cómodo fue Gimnasia, apostando a presionar la salida desde el fondo de Estudiantes. La primera situación clara de gol fue para el mens sana en los pies de Daian García, quien sacó un remate de media distancia que se fue apenas desviado.

La pelota la dominaba el conjunto albirrojo pero de poco le servía, ya que le costaba romper la línea defensiva tripera y el arquero Nelson Insfran era un espectador de lujo. Una pirueta de Facundo Bruera en la puerta del área que se perdió por línea final fue la chance más clara que tuvieron en el primer tiempo los conducidos por Nardi.

Gimnasia, por su parte, apostó al contragolpe y por esa vía casi logra abrir el marcador a los 33 minutos: el atacante Matías Reali pisó el área y sacó un fuerte que remate que Estéfano Francesconi, arquero albirrojo, la mandó al córner.

Lo aguanto Gimnasia

La historia fue distinta en los segundos 45 minutos, ya que el equipo de Marcelo Ramos no tuvo la misma intensidad en la presión que en la primera etapa y Estudiantes encontró más caminos para lastimar a Infran. Igualmente estuvo poco fino en los últimos metros y las chances más claras llegaron a través de pelotas paradas.

Pasado el primer cuarto de hora el Pincha casi rompe el cero con un cabezazo del capitán Luciano Vargas tras un córner desde la izquierda ejecutado por Leonardo Areal, pero la pelota se fue apenas desviada por encima del travesaño.

El momento clave llegó a los 27, cuando Jáuregui cometió una infracción en la mitad de cancha que le costó la tarjeta roja por doble amonestación. Pero a pesar de tener un hombre de más el León siguió con con complicaciones a la hora de generar situaciones claras de gol y, si bien manejó la pelota con más precisión, no pudo romper la línea defensiva tripera. Es por esto que Nardi decidió mandar a la cancha a Nahuel Luna para que juegue arriba junto a Bruera, entendiendo que el clásico podía ganarse por arriba.

En los últimos minutos el Lobo apostó a replegarse y salir de contragolpe, mientras que Estudiantes buscó llegar con sus laterales y aprovechar alguna pelota parada. Los últimos minutos se terminaron jugando más con nerviosismo que con fútbol y el árbitro Facundo Lopardo pitó el final del clásico con el 0-0 en el marcador. La igualdad, por presente y coyuntura del partido cayó mejor del lado de Gimnasia. Estudiantes se fue con gusto a poco. En realidad, este clásico no dejó nada.

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