Trump echó a un alto funcionario a diez días de haberlo nombrado
Edición Impresa | 1 de Agosto de 2017 | 03:51

WASHINGTON.- El presidente de EE UU, Donald Trump, dejó ayer que su nuevo jefe de gabinete, John Kelly, imprimiera disciplina en su equipo y le pidió la renuncia del polémico director de comunicación de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, que en diez días en el cargo había revolucionado al Gobierno con su estilo agresivo.
Horas después de que Kelly asumiera su cargo de jefe de gabinete, la Casa Blanca anunció el alejamiento de Scaramucci, un arrollador empresario que asumió el cargo el 21 de julio y que había dirigido desagradables insultos a algunos de los principales asesores del presidente.
“Anthony Scaramucci abandonará su papel como director de Comunicación de la Casa Blanca. Scaramucci cree que lo mejor es darle la oportunidad al nuevo jefe de Gabinete de empezar de nuevo y construir su propio equipo. Le deseamos lo mejor”, indicó en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien fue designada junto con Scaramucci, en una de las tantas pulseadas del ahora renunciante director.
“MUTUO ACUERDO”.
La portavoz no quiso precisar si Scaramucci fue despedido o renunció a su cargo, y dijo únicamente que su salida es el producto de “conversaciones de mutuo acuerdo” entre Trump, Kelly y él.
Lo que sí confirmó Sanders es que su destitución tiene que ver con la acalorada llamada que Scaramucci hizo el pasado miércoles a un periodista del New Yorker, en la que llamó “paranoico esquizofrénico” al entonces jefe de gabinete, Reince Priebus, y arremetió contra el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon. “El presidente consideró que esos comentarios eran inapropiados para alguien en su posición (de Scaramucci) y no quería complicarle el trabajo al general Kelly”, afirmó la portavoz.
La inesperada destitución de Scaramucci, que hace apenas una semana estaba entre los asesores con más influencia sobre Trump, es una señal del paso firme con el que Kelly ha entrado en una Casa Blanca marcada por agresivas luchas internas de poder.
Kelly, un general que hasta ayer era secretario de Seguridad Nacional, parece haber terminado incluso con el sistema de privilegios de muchos de los asesores de Trump, que tenían permiso para rendir cuentas directamente ante el presidente en lugar de pasar por el filtro del jefe de Gabinete.
“El general Kelly tiene toda la autoridad para operar dentro de la Casa Blanca, y todo el personal rendirá cuentas ante él”, aseguró Sanders. No está claro si ese rígido esquema de mando, seguido por muchas de las últimas administraciones estadounidenses, llegará a aplicarse a dos de los principales asesores de Trump, su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner.
Pero el general, por el que Trump siente un gran respeto, ha conseguido al menos deshacerse de uno de los miembros más polémicos de la Casa Blanca, un arrogante financiero de Wall Street que había hablado de su relación con el ex jefe de gabinete Priebus como la de “Caín y Abel”. Scaramucci llegó a la Casa Blanca con el objetivo de erradicar las filtraciones a la prensa de información sobre las intrigas del ala oeste, y acusó a Priebus de ser uno de los responsables de ese problema, hasta el punto de amenazar con demandarle ante el Departamento de Justicia. (EFE)
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