Rescatan el motor y ahora buscan descifrar por qué cayó la avioneta

Solo resta extraer parte del fuselaje, clave para la investigación del accidente

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La Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) a través de su titular, Pamela Suárez, confirmó ayer que los forenses terminaron de retirar los restos humanos del lugar donde fue hallado el avión bimotor perdido durante 26 días, mientras continúa la remoción de parte del fuselaje que aún permanece enterrado.

“El equipo forense del juzgado terminó con el retiro de los restos, y mientras nosotros fuimos haciendo trabajos de remoción en función de sus indicaciones, ahora el equipo técnico trabaja en la remoción del fuselaje”, explicó Suárez.

Sobre el proceso de investigación, la titular de la JIAAC aseguró que el retiro del fuselaje se está haciendo “bastante rápido dada las condiciones del lugar”, y si bien reconoció que “gran parte de la información de lo ocurrido se encuentra en los restos del avión”, se abstuvo de aventurar cualquier hipótesis sobre las causas del accidente.

“No vamos a decir nada hasta que no tengamos todos los elementos de la aeronave para analizar, hay que tener cuidado porque hasta que no haya un análisis técnico y operativo no se puede afirmar nada”, indicó.

También recordó que la investigación que lleva adelante la JIAAC “tiene el objetivo de ver cómo respondieron las defensas del sistema aeronáutico para poder emitir recomendaciones de seguridad, pero nosotros no hacemos investigaciones judiciales. Por eso fuimos muy enfáticos en que el juzgado y las familias pongan un perito técnico porque los objetivos de las investigaciones son totalmente distintos”.

En tanto, se iniciaron los peritajes de los dos motores del avión que fueron rescatados por un equipo especial de Prefectura Naval y de personal de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) bajo la supervisión de la jueza Arroyo Salgado y de la titular de la JIAAC.

Fuentes aeronáuticas precisaron que las pericias que se realicen sobre los motores a los que en el año 2014 se le habían colocado hélices de cinco palas MTV-27 fabricados por la empresa MT-Propeller, que dotaron a la aeronave de mayor potencia y autonomía, son “fundamentales” para determinar que pudo haber sucedido para que el avión se haya estrellado.

 

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