Un equipo sin juego, carente de ideas

Quedó en claro que a este Pincha de la primera fecha le falta una transformación

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Por CESAR VEIGA
BALANCE

Cierto que Estudiantes asomó como un equipo previsible, y que de no haber sido por la repentización de Christian Alemán, su debut en la Superliga hubiera dejado más interrogantes de los que dejó a pesar de un triunfo que a punto estuvo de ser derrota. Por eso, y más allá de la mirada optimista que transmitió Gustavo Matosas en el análisis posterior, algo tendrá que cambiar de aquí en adelante, pues de continuar transitando el camino que le permitió cantar victoria frente a Nacional de Potosí, por la Copa Sudamericana, y contra Arsenal, el lunes en la primera fecha del campeonato de Primera, su protagonismo será limitado.

Resulta difícil de imaginar a un equipo con posibilidades de trascender cuyas reacciones en la cancha estén ligadas en forma directa con explosiones individuales, como las del ecuatoriano, uno de los tantos refuerzos que llegó en la amplia movida que realizó el Pincha en la previa de esta nueva temporada. A punto estuvo de salvarlo de la derrota en Asunción como visitante de Nacional de Paraguay, y lo salvó esta semana frente a un rival de categoría menor, como el de Sarandí, cuya expectativa principal será mantener la categoría.

Depender en forma exclusiva del aporte individual, no puede ser el sello de un equipo a esta altura de los acontecimientos, y el Pincha dejó esa sensación en el debut por la Superliga

Sin Alemán en cancha, Estudiantes representó una formación con dificultades para resolver los ataques desarrollados por el rival, carente de variantes para desarrollar juego en una franja central donde sacó ventaja, en lo individual, el recién llegado Fernando Zuqui, y ausente en los metros finales, porque ausentes los volantes en lo que tiene que ver con los desprendimientos, básicamente por afuera, Mariano Pavone terminó jugando de espaldas al arco, que es la modalidad que menor lo favorece.

Pensando más de lo debido cada movimiento, sin dinámica, repitiéndose en forma casi increíble, Estudiantes quedó un gol abajo en el primer tiempo, y cuando la derrota parecía inevitable, un par de apariciones de quien asoma como la mejor incorporación, salvaron el debut con goles que llegaron en el marco de jugadas sin armonía.

¿Y ahora? Tras el debut ganador en la Superliga, que lejos terminó siendo lo más rescatable para el conjunto albirrojo, queda esperar una evolución, sobre la cual seguro trabajara con la ventaja de las dos semanas que separan, gracias a las presentaciones de la Selección nacional en la Eliminatoria mundialista, la primera fecha de la segunda, que será también de local, con Defensa y Justicia como rival, el equipo que dirige Nelson Vivas que empató con Gimnasia bajo una verdadera lluvia de goles consecuencia de aciertos y virtudes al por mayor.

Funcionamiento parece que es lo que le falta básicamente a este equipo que está construyendo Matosas, con jugadores que asoman, y otros que por diferentes motivos están afuera. Carente de una idea futbolísticamente clara, sin frescura ni explosión, inseguro... Así se lo vio a Estudiantes el lunes contra Arsenal, partido en el que ni siquiera exhibió el empuje que tantas veces le permitió resolver con autoridad partidos de las características del que esta vez ganó poco menos que de casualidad.

Soluciones se buscan entonces para este equipo estudiantil, habrá que ver como se las encuentra.

 

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