Sampaoli y una fuerte apuesta en lo ofensivo

Las dudas pasan por el retroceso y la solidez defensiva

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El seleccionador nacional, Jorge Sampaoli, probó desde el primer entrenamiento con el trío compuesto por Mauro Icardi, Lionel Messi y Paulo Dybala en la búsqueda de la ansiada química para enfrentar a Uruguay.

Es sabido que Icardi recién se incorpora al grupo, con los primeros días de convivencia, más allá de la gira de mitad de año por Australia y Singapur, y las horas fueron pocas pero provechosas para empezar a darle forma a la sociedad ofensiva pretendida por el entrenador.

Icardi, amo y señor en Inter de Milán, arrancó la temporada a puro gol, con cuatro en dos presentaciones, y mostró cosas típicas de centrodelantero, como en las definiciones frente a Fiorentina y Roma, y con eso sedujo a Sampaoli.

La pulseada entre ambos partió con cierta paridad, sobre todo teniendo en cuenta que el punta de Manchester City de Inglaterra regresó a esta posición en la actual temporada, pero el último fin de semana inclinó la balanza para el lado de Icardi.

El mejor ejemplo se observó en la práctica inicial y en las otras, en las que Sampaoli lo paró en el mismo equipo que Messi y Dybala, con la idea de empezar a asociarlos y a que se entiendan dentro del campo, pensando en el poco tiempo de trabajo en los días previos a la jornada frente a Uruguay.

“Quiero armar un ataque que se entienda desde lo colectivo, independientemente de los nombres”, aseguró en la conferencia brindada en la previa aunque en la acción siempre se los vio a los tres juntos y a Sergio Agüero relegado al equipo suplente.

En cada práctica, Icardi se mostró activo, con ganas de charlar y de acercarse a sus compañeros de ataque, a tal punto que el martes primero se puso al lado de Messi e intercambiaron conceptos de juego mientras esperaron por ingresar a los trabajos con pelota. Posteriormente, cuando salieron del mismo, tomó una pelota, se puso a hacer ‘jueguitos’ y se acomodó pegado a Dybala, con quien también hicieron gestos e indicaciones de los lugares por los que debían atacar.

Sin dudas, la química afuera de la cancha se va logrando poco a poco y entrenamiento a entrenamiento, dejando de detrás el escenario que lo vetó por cuatro años a Icardi.

La gran pregunta es: ¿qué le puede brindar el punta al triángulo ofensivo? La respuesta la sabe más que nadie el propio director técnico, aunque a simple vista se puede pensar en la lucha aérea contra los defensores centrales charrúas, en el pivoteo para que Messi reciba la pelota de frente al arco. Además, Icardi, con sus 24 años, marca un poco el recambio que se vendrá en el conjunto nacional, a diferencia de Agüero, de 29, que ya carga en sus hombros con las frustraciones de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

 

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