EE UU simula un ataque cerca de Norcorea y escala la tensión

Las maniobras militares fueron en respuesta al último lanzamiento misilístico sobre Japón

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SEUL.- Bombarderos y aviones indetectables estadounidenses sobrevolaron ayer la península coreana en maniobras militares con fuerzas surcoreanas y japonesas, días después de que Norcorea disparara un misil que sobrevoló Japón.

Washington suele desplegar potentes aviones de alta tecnología en una demostración de fuerza en tiempos de fuertes tensiones con Corea del Norte.

El hermético país comunista lanzó su más reciente misil el 3 de septiembre en protesta por la votación en la ONU que intensificó las sanciones en su contra.

Según militares estadounidenses y surcoreanos, sobrevolaron la península coreana dos bombarderos B-1B y cuatro bombarderos F-35B, además de cuatro jets F-15K sur surcoreanos.

Los aviones simularon ataques, lanzando proyectiles contra un campo de tiro en Corea del Sur, indicó el Comando de las Fuerzas Estadounidenses en el Pacífico.

Aviones estadounidenses además volaron en formación junto con naves japonesas sobre las aguas de la isla de Kyushu en Japón, agregó la entidad militar en un comunicado. Los ejercicios conjuntos se van a realizar “dos o tres veces al mes en estos días”, según reveló el ministerio de Defensa surcoreano.

EL DESAFIO DE PYONGYANG

Desde que Kim Jong-un asumió el poder en Norcorea en 2011, ha estado poniendo a prueba diversas herramientas bélicas. En julio lanzó un misil balístico intercontinental y a comienzos de septiembre detonó una bomba de hidrógeno, su artefacto explosivo más potente hasta ahora.

Los expertos opinan que es sólo cuestión de tiempo que Kim logre su meta declarada de tener misiles con ojivas nucleares capaces de alcanzar cualquier punto del territorio estadounidense.

El sábado, la prensa oficialista norcoreana publicó una declaración del líder según la cual el objetivo final es “conseguir la paridad de poderes con EE UU y hacer que los gobernantes estadounidenses no se atrevan a hablar más sobre una opción militar” contra Norcorea.

Alarmados por las medidas belicistas norcoreanas, algunos conservadores surcoreanos han pedido que se vuelvan a introducir en el país armas nucleares tácticas estadounidenses.

Pero el gobierno surcoreano, de tendencia liberal, ha enfatizado que no tiene ninguna intención de pedir que EE UU vuelva a colocar ese tipo de arsenal en su territorio. El ministro de defensa surcoreano Song Young-moo declaró ayer ante legisladores que “no sería apropiado” que EE UU vuelva a colocar ese tipo de armas en el país. Previamente había pedido que el asunto fuera “considerado seriamente”, lo que aumentó aún más las tensiones en un tema tan controvertido.

Cientos de kilómetros más al norte, China y Rusia realizan, hasta el 26 de septiembre, maniobras militares navales conjuntas empezando en el Mar de Okhotsk, en respuesta a la fuerte actividad en el área de EE UU y sus aliados, hasta deslizarse más al sur del Mar del Japón.

Ni el llamado de la Asamblea General Anual de Naciones Unidas parece haber disminuido los ejercicios militares en un área cada vez más inestable.

EE UU enviará un portaaviones y su grupo de ataque para maniobras con Seúl en octubre. En tanto, Corea del Sur, EE UU y Japón llevarán adelante desde fin de mes hasta inicios de octubre una ejercitación de alerta contra misiles.

La presión sostenida de Washington fue justificada por el hecho de que Corea del Norte está “cerca de la fase final” de desarrollo de un misil balístico intercontinental, lo que fue confirmado por el ministerio de Defensa surcoreano en un informe al Parlamento en Seúl el viernes pasado.

Seúl y Washington estimaron también la posibilidad de que Corea del Norte realice “provocaciones estratégicas adicionales”, como nuevos lanzamientos misilísticos y un séptimo test nuclear.

Corea del Norte, por su parte, volvió a advertir contra la condena decidida por el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el misil lanzado más recientemente, aclarando que una mayor presión internacional solamente empujará al país hacia “el logro del estatus de potencia nuclear”.

Expulsión
El Gobierno de España notificó al embajador de Norcorea en Madrid que debe abandonar el país antes de fin de mes, una expulsión que responde a las reiteradas pruebas balísticas de Pyongyang y a su programa nuclear. El anuncio llega luego del misil norcoreano que sobrevoló Japón

 

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