El destino de Lula se define en un juicio crucial para Brasil

Un tribunal de segunda instancia decide en Porto Alegre si ratifica, modifica o anula la condena a nueve años y medio de prisión que recibió el ex mandatario por corrupción

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PORTO ALEGRE

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afrontará hoy el dictamen de tres férreos jueces de segunda instancia que decidirán si ratifican, modifican o anulan la condena a nueve años y medio de prisión que recibió por corrupción pasiva y lavado de dinero.

El decisivo juicio tendrá lugar en la ciudad de Porto Alegre, sede del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), que se ha blindado para la ocasión con un amplio dispositivo de seguridad que involucra a unas 4.000 personas.

Francotiradores en azoteas, casi 150 cámaras de seguridad, unos 300 periodistas acreditados y miles de simpatizantes y contrarios al ex mandatario apostados en la calles de la capital del sureño estado de Río Grande do Sul, son sólo algunos de los datos de un pleito que ha traspasado las fronteras de Brasil.

La decisión que marcará el futuro político de Lula estará en manos de los tres magistrados que integran la octava sala del tribunal: Leandro Paulsen, Víctor Luiz dos Santos Laus y Joao Pedro Gebran Neto, instructor del caso relacionado con la trama corrupta destapada en la petrolera estatal Petrobras.

El trío comenzará a las 08.30 hora local el análisis del recurso de apelación contra la sentencia que dictó en julio pasado el juez Sergio Moro, de primera instancia, y que de ratificarse, podría anular su eventual candidatura para las elecciones presidenciales del próximo octubre.

JUECES DE LÍNEA DURA

La octava sala ha seguido una línea dura contra los sospechosos por corrupción, ya que apenas ha absuelto a cinco de los 77 condenados por Moro y en la mayoría de los procesos ha confirmado la pena y, en ocasiones, hasta la ha aumentado.

Paulsen es el más joven de todos (Porto Alegre, 1970), considerado un prodigio dentro del mundo del Derecho, dado que ya era un juez federal cuando tan sólo tenía 23 años.

Pese a que su carrera iba encaminada hacia el derecho tributario, su ingreso en el TRF4 le hizo cambiar de rumbo y especializarse en materia penal, un conocimiento que ha plasmado en su libro “Crimes Federais”, de 456 páginas, publicado el año pasado.

Laus es el más veterano (Joaçaba, 1963) y antes de ingresar en 2003 en el tribunal fue procurador del Ministerio Público Federal durante cerca de veinte años.

De acuerdo con medios especializados, no aplica decisiones muy severas, pero en la profesión es visto como bastante rígido y silencioso.

Gebran Neto (Curitiba, 1964) es a priori el más duro de todos. Trabajó como fiscal en el Ministerio Público estatal y ejerció la abogacía antes de elegir la carrera de magistratura federal.

Doctor en Derecho Constitucional, entró en el TRF4 en 2013 y su supuesta amistad con el juez Moro ha sido criticada por la defensa de Lula, a la que también le ha extrañado el tiempo récord, apenas siete meses, para tramitar el recurso.

Por si la tensión no fuera ya elevada, el presidente del TRF4, Carlos Eduardo Thompson, expuso ante diferentes autoridades las amenazas publicadas en Internet que han recibido en las últimas semanas los tres magistrados de la octava sala.

En este proceso, uno de los siete que acumula con la Justicia, Lula, de 72 años, fue condenado por la acusación de que la constructora OAS le entregó un departamento en el balneario paulista de Guarujá a cambio de ser favorecida en contratos con Petrobras.

El litigio en los tribunales se trasladará también a las calles, ya que miles de simpatizantes y detractores de Lula han programado actividades para defender sus posiciones, con campamento y vigilia incluidos.

Lula, que ayer estuvo en Porto Alegre, es líder indiscutible en todos los sondeos electorales publicados hasta la fecha, pero al mismo tiempo es uno de los dirigentes políticos que tiene un alto porcentaje de rechazo entre muchos ciudadanos que perciben con miedo la posibilidad de su vuelta al poder.

El ex presidente tiene previsto regresar a San Pablo, su cuna política, el mismo día del juicio y estará respaldado por miles de simpatizantes que impulsan su candidatura, independientemente del veredicto del tribunal. (EFE y AP)

 

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