Un Brasil polarizado define en ballotage a su próximo presidente

El escrutinio es esperado con gran expectativa por sus consecuencias para todo el continente. Haddad confía en poder dar vuelta los resultados, por la desconfianza que despiertan las propuestas extremas de su opositor

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RÍO DE JANEIRO

El ultraderechista Jair Bolsonaro y el ex alcalde de San Pablo Fernando Haddad cerraron ayer sus campañas para la segunda vuelta de las elecciones en Brasil, donde hoy se optará entre los modelos antagónicos de ambos candidatos.

En la jornada previa a las elecciones, en la que la legislación brasileña permite aún actos en las calles, Bolsonaro permaneció en su domicilio de Río de Janeiro, desde donde animó a sus seguidores a hacer valer la predicción de todas las encuestas, que le atribuyen una votación cercana al 56 por ciento, mientras algunos de sus partidarios ganaron las calles en nutridas caravanas automóvilísticas en distintas ciudades como Brasilia.

“Es emocionante sentir la esperanza de los brasileños. Lamento no poder estar más cerca por mi limitación médica, después de sufrir un intento de asesinato”, escribió Bolsonaro en su cuenta en Twitter, en alusión a la cuchillada que le pegaron en un acto el mes pasado.

“Recuerden que aún no se ganó nada y fuerza hasta el fin”, apuntó el líder de la ultraderecha. Los frutos “materiales” ganados “de forma honesta en una economía de libre iniciativa tienen nombre: propiedad privada”, y “no pueden ser robados, invadidos o expropiados”, así como deben ser defendidos, aseguró.

Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y quien el mes pasado sustituyó a Luiz Inácio Lula da Silva como abanderado una vez que este fue vetado por la justicia por estar en la cárcel acusado de corrupción, sí se volcó a la calle y recorrió una favela de San Pablo, ciudad en la que fue alcalde.

lo que dicen las encuestas

Tres nuevas encuestras difundidas ayer le dan a Bolsonaro entre el 54 y el 56,8% de los votos.

La mayor tasa de apoyos se la adjudicó la firma MDA, según la cual Bolsonaro logrará el 56,8 % de los votos válidos, frente al 43,2 % de Haddad, según el instituto Ibope, el capitán de la reserva del Ejército será elegido con un 54 % de los sufragios, contra el 46 % de Haddad y Datafolha le atribuye a Bolsonaro un 55 %, contra 45 % que obtendría el abanderado del PT.

Haddad, delfín del encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, promete devolverles a los años dorados de bonanza económica comandados por el Partido de los Trabajadores (PT).

Haddad, de 55 años, fue designado candidato en septiembre, en reemplazo de Lula, que cumple desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción, en el marco de la operación “Lava Jato” que golpeó de lleno a grandes figuras del PT y sus aliados.

ERRORES DE CAMPAÑA

Pese a que aún Haddad tenía alguna chance de remontar el resultado electoral, en especial por el rechazo que también despierta en el electoral Bolsonaro, lo cierto es que las fuerzas políticas de centroizquierda y activistas dentro del propio partido han criticado al PT por no haber hecho un “mea culpa” por sus errores y haberse alejado de las clases populares, impidiéndole a Haddad formar un “frente democrático” para el balotaje.

En su último acto de campaña, el ex ministro de Lula realizó una “caminata por la paz” en Heliópolis, una de las mayores favelas de San Pablo. “La virada (remontada) vendrá. Brasil está despertando”, añadió.

El optimismo entre sus militantes aumentó sobre todo tras conocerse el apoyo del ex presidente de la corte suprema Joaquim Barbosa, extremadamente popular entre los brasileños por ser el primer negro que encabezó el máximo tribunal del país. “Por primera vez en 32 años de ejercicio directo del voto, un candidato me inspira miedo. Por eso, votaré a Fernando Haddad”, tuiteó Barbosa. (AP, EFE y AFP)

 

 

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