Bolsonaro y Haddad abren la tensa carrera para el ballotage en Brasil
Edición Impresa | 9 de Octubre de 2018 | 02:30

SAN PABLO
El candidato ultraderechista a la Presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, reanudó ayer su campaña en las redes sociales tras haber quedado en una buena posición para ganar el balotaje del 28 de octubre frente al izquierdista Fernando Haddad, un resultado celebrado con fuerza por los mercados.
“Reducir el número de ministerios, eliminar y privatizar (empresas) estatales, descentralización del poder dando más fuerza económica a los estados y municipios”, proclamó en Twitter el candidato del Partido Social Liberal (PSL), retomando su activa campaña tras obtener 46,03% de los votos el domingo.
De su lado, Haddad, designado candidato del Partido de los Trabajadores (PT) por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, viajó a Curitiba (sur del país) para visitar al líder histórico de la izquierda en la cárcel donde cumple una pena de 12 años de cárcel por corrupción y lavado de activos.
Los dos dirigentes pasaron tres horas reunidos, en la celda de 15 metros cuadrados, diseñando la estrategia para un complejo segundo turno.
“Voy a conversar con las fuerzas democráticas del país, representadas por algunas candidaturas” como la de Ciro Gomes (centroizquierda) -tercer lugar- y la de Guilherme Boulos (izquierda), así como con gobernadores, dijo Haddad a la prensa al término del encuentro. “Tenemos interés en que las fuerzas democráticas estén unidas en torno a este proyecto” del PT, agregó.
La tarea se anuncia titánica para Haddad, que logró salvar “in extremis” a la formación izquierdista de una debacle histórica.
Bolsonaro ya había obtenido el apoyo de los mercados y de las influyentes iglesias evangélicas. Su hasta ahora pequeña formación, el Partido Social Liberal (PSL), se convirtió el domingo en la segunda bancada de la Cámara de Diputados.
El ex militar, de 63 años, tendrá que tratar sobre todo en reducir sus elevados índices de rechazo -de 45%, según la encuestadora Datafolha- cosechados a lo largo de una carrera plagada de declaraciones misóginas, homofóbicas y racistas, además de su justificación de la tortura durante la dictadura militar (1964-1985).
Bolsonaro no ha hecho campaña en las calles desde que el 6 de setiembre recibió una puñalada durante un acto electoral, que lo puso al borde de la muerte. Su dominio en las redes sociales es, no obstante, incontestable.
“La elección es de ustedes: ser gobernados por alguien limpio o por un poste mandado por un preso por corrupción”, escribió en relación a Haddad, al que las últimas encuestas del sábado daban en empate técnico en una segunda vuelta.
El domingo, Bolsonaro se quejó en Facebook de “problemas” con las urnas electrónicas que, según afirmó, le impidieron ganar en primera vuelta. La jefa de la misión electoral de la OEA, Laura Chinchilla, admitió ayer que hubo problemas con algunas urnas, pero que no alteraron los resultados.
“No encontramos ningún dato verificable que haga suponer errores a una escala tal que puedan alterar el resultado electoral”, declaró en una rueda de prensa en Brasilia.
Haddad se enfrenta a dilemas de difícil solución para acortar distancias con Bolsonaro. Su identificación total con Lula le permitió ganarse a sectores que se beneficiaron de las políticas de inclusión social del ex mandatario (2003-2010).
Pero puede comprometer su acercamiento a grupos y partidos que ven a Lula como sinónimo de corrupción y de políticas estatistas a las que acusan de haber hundido a Brasil en una recesión de dos años.
CIRO GOMES, ¿EL ÁRBITRO?
Una de las claves para acortar distancias con Bolsonaro puede procurársela el centroizquierdista Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), que fue ministro de Integración Nacional de Lula y consiguió 12,5% de los votos el domingo.
Gomes dijo el domingo que discutiría con los líderes del PDT la posición para la segunda vuelta, pero adelantó un posible apoyo: “Haré lo que hice toda mi vida, que es luchar por la democracia y contra el fascismo”.
En tanto, los mercados celebraron con fuertes alzas lo que considera ya una victoria de Bolsonaro. La Bolsa de San Pablo ganó 4,57&% (después de haber subido más de un 6% por la mañana), empujada también por la casi certeza de que si el polémico ex militar llega al Planalto, su ministro de Hacienda será Paulo Guedes, para quien el Estado, cuanto más chico, mejor.
Guedes, de 69 años, se formó en Brasil pero se moldeó en la cuna del liberalismo económico moderno, la Universidad de Chicago, donde hizo su maestría y su doctorado. Siempre fue un activo promotor de su credo: apertura económica, reducción de impuestos y simplificación de la estructura fiscal. (AFP, AP y EFE)
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