Resistiré: por qué Tinelli sobrevive y por qué cada día le cuesta más

Marcelo Tinelli terminó en la noche del jueves una temporada que acaba de arrancar: el “Bailando 2018” comenzó en septiembre, tras numerosas dificultades para conseguir bailarines, estudio, taxis y dinero bajo su nueva productora, Laflia, luego de la ruptura con Ideas del Sur, una reorganización tan importante que fue bastante responsable del desmesurado retraso del show.

Y si bien tanto su debut como su cierre de temporada fueron lo más visto del día, los números volvieron a reflejar una audiencia cada vez menos interesada en el que solía ser el programa más popular de la tevé y, ahora, lucha día a día para meterse en el podio de lo más visto en su franja horaria.

Sin embargo, Tinelli sigue siendo una marca importante, la principal apuesta de uno de los dos canales más importantes del país, El Trece, un imán para las marcas que además marca agenda (cada vez menos, pero sigue haciéndolo). Y mientras aprovecha esa fama conquistada tras tres décadas al aire, el conductor y productor busca reformular su envío para volverlo relevante para la juventud, uno de los mercados más interesantes para la publicidad.

Así, el “Bailando” no parece tan cerca del apocalipsis como algunos creen, aunque ha perdido terreno: sobrevive; resiste. A continuación, repasamos los motivos por los que, otra vez, Tinelli sufrió como loco esta temporada, y las armas que utilizó para combatir la fuga de audiencias.

UNA TEMPORADA DESLUCIDA

Probablemente esta haya sido la peor temporada de Marce, aunque él, justamente, lo negó ayer: habló de un año que fue “una lucha”, pero afirmó que hubo peores, lo cual resulta difícil de creer: los problemas jaquearon a la producción desde principios de año, entre la creación de la nueva productora y problemas económicos que excedieron a la televisión, lo que generó que, paso a paso, el debut se pospusiera de mayo a septiembre.

Entre tantas idas y vueltas, a Tinelli, Prada y Hoppe les costó fichar estrellas de gran calibre, por cuestiones de agenda o monetarias, por lo cual la versión exprés del show, que fue de septiembre a diciembre, tuvo una pista raleada, con pocos nombres de peso y poco vuelo artístico. Ni siquiera se suscitaron escándalos interesantes en la pista de baile: apenas algunas peleítas de Laurita contra todos los que rayen, que de tan circulares agotaron.

LE PUEDE INTERESAR

“Bird Box” en Netflix: Sandra Bullock brilla en un fin del mundo sin tantas ideas originales

LE PUEDE INTERESAR

La Navidad de Diego: Lejos de Dalma y Gianinna, ¿y sin Rocío?

BAJA AUDIENCIA

La falta de apellidos, calidad de baile y escándalos hizo mella en el rating, que volvió a bajar. Sin embargo, el bajón de rating (llegó a medir 10 puntos, promedió, en apenas 62 emisiones, 13.6 puntos, un punto abajo del año pasado, y tuvo la apertura y el cierre de peor audiencia de su historia) se enmarca en el lento cansancio de la audiencia con la propuesta bailable de Marce: el año pasado el rating promedio, y los números de la audiencia de apertura y cierre, cayeron más de seis puntos respecto a ediciones anteriores; todos los años, desde 2015 en adelante, han mostrado peores marcas de espectadores respecto a la temporada anterior.

OTRAS PANTALLAS

También, la baja audiencia se enmarca en un panorama aún más amplio: la crisis de la tevé de aire como medio hegemónico. Pero es en ese sentido donde Tinelli, como pocos productos televisivos locales, ya ha sentado las bases para sobrevivir gracias, y no a pesar, de las nuevas pantallas: de hecho, este año, mientras le costó meterse en el podio de lo más visto en su franja horaria, peleando con las novelas de Telefé y hasta algún programa de entretenimientos, fue el rey indiscutido de las redes sociales.

Según datos de Kantar, “ShowMatch” ocupó estas últimas semanas de definición los tres primeros lugares entre los programas más tuiteados, superando ampliamente el final de “100 días para enamorarse” y el cierre de “La Voz Argentina” en cantidad de impresiones (“La Voz” tuvo más de 5 millones de impresiones en Twitter en su jornada final, mientras que la misma semana Marce alcanzó, con su edición de cuartos de final, 18 millones de impresiones).

Tinelli promedió más de 6 millones de impresiones durante noviembre, y levantó notablemente en diciembre (el jueves superó las 20 millones de impresiones), y mientras el conductor insiste, como tantos actores del medio, en una nueva forma de medir el rating que sea federal y que involucre los datos del on demand, esos números de redes sirven para elevar la cotización de la pauta, aún si el rating cae.

Sobre todo porque quienes consumen redes, los jóvenes, son quienes más consumen, por lo cual son de particular interés para las marcas: en ese sentido, no parece casual que los campeones hayan sido dos youtubers, quizás desconocidos para el público general pero empujados por los votos de los más chicos, un territorio al cual Marce intenta cada año acercarse, evitar el conocido “envejecimiento” de su audiencia, un fenómeno que atraviesa toda la tevé de aire.

TIEMPOS DE CAMBIO

Los vientos de cambio soplan también en otros aspectos de la vida televisiva: Tinelli ofreció durante años piel y sexualidad explícita en la pista de baile, pero las nuevas generaciones que quiere seducir Marce no comulgan con esa explotación del cuerpo femenino. Por ese motivo, en las últimas ediciones, el “Bailando” mesuró su carga erótica y agregó ritmos más “inocentes” desde las letras y las coreos (como el folclore). En las últimas semanas, incluso, la pista sirvió de plataforma para presentar denuncias por abusos en el pasado de los participantes.

Sin embargo, la desconfianza con Marce continúa en muchos sectores. Por un lado, sigue habiendo una dosis importante de colas, sigue habiendo una celebración de la belleza tradicional y, claro, un coro de bailarinas sin mucho más que hacer que mostrar sus cuerpos esbeltos detrás del conductor. Por otro lado, las imágenes del conductor cortando polleras no son tan fáciles de borrar.

El tema estalló esta semana, en medio del crecimiento del #MeToo argentino, y Marce hizo su descargo en el programa final luego de que Jimena Barón diera el pie y le dijera que “estoy feliz de que ustedes hayan abrazado el cambio del mundo, de las mujeres, de la forma de pensar”.

“Les quiero agradecer al colectivo Actrices Argentinas y fundamentalmente a las mujeres. Porque este cambio que estamos viviendo todos, o por lo menos nosotros, que venimos de una generación diferente, donde por ahí hicimos un montón de cosas que hoy no haríamos jamás. Nos hace aprender y ser mejores personas. Esta buenísimo y me encanta este nuevo mundo, este rol de la mujer y su participación activa. Intentamos hacer un montón de cambios y, que lo diga alguien como vos que está acá y que tiene activa participación, les decimos ‘gracias’”, le devolvió Marce en el último envío del año.

¿TRANSICIÓN HACIA DÓNDE?

De hecho, con tantos cambios en el medio y la sociedad es difícil predecir el futuro del “Bailando”: Tinelli ya no es más el rey indiscutido de la tevé, pero sigue teniendo un importante megáfono que podría volverse aún más poderoso si termina de concretar su alianza con el público más joven. Sin embargo, todos los indicios muestran otros consumos de parte de la audiencia, un alejamiento de los realities y una internacionalización de la oferta que parecen haber llegado para quedarse.

Los tiempos cambian pero, ¿hacia dónde? Es la pregunta que se realiza cada año, al planificar la temporada, Marcelo Tinelli, que procura siempre tener un oído en lo que pide la gente. En los últimos años, sin embargo, esa intuición que lo hizo rey parece haber sido atropellada por la vorágine de los cambios. Y sin embargo, con todos esos cambios, sigue registrando uno de los ratings más altos del país, sin falta.

El año que viene, dice Marce, el show comenzará el 8 de abril. “El año pasado dijiste lo mismo, lo tiene Pablo grabado”, lo chicaneó Suar, y es posible que, como siempre, el “Bailando” vuelva a retrasarse, aunque también es probable que Tinelli busque revancha del comienzo tardío de este año. Veremos.