Débora Pérez Volpin “no estaba sana”, afirmó el abogado del endoscopista

Aseguró que él no siente que su práctica haya tenido incidencia en el desenlace y apuntó contra los médicos que ordenaron el estudio

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A casi una semana de la muerte de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin y mientras se espera conocer en los próximos días los resultados de estudios histológicos que permitirían determinar la causa de su fallecimiento, la guerra de versiones cruzadas sobre qué pudo haber ocurrido durante la endoscopía en que perdió la vida tuvo ayer un nuevo un nuevo capítulo al salir el abogado del endoscopista a dar su versión.

Isaac Churba, el representante legal del endoscopista Diego Bialolenkier, rompió el silencio para señalar que la periodista “no estaba sana” al someterse al estudio, lo que pudo haber incidido en su desenlace fatal.

“La paciente no estaba sana porque si no, no la dejan internada. Si la dejan internada, le ordenan exámenes de laboratorio y exámenes por imágenes, como resonancia, tomografías, y aún así no logran llegar a un diagnóstico y en consecuencia piden una intervención más invasiva, que es la endoscopía, es porque encontraron alteraciones y una patología que así lo requería”, dijo Churba sugiriendo que Pérez Volpin llegó tras un cuadro de varios días que no había recibido la debida atención.

Al relatar cómo se sucedieron los hechos desde la perspectiva de su defendido, el abogado contó que “se llevó a cabo la endoscopía, que duró cinco minutos, y en el momento en que él (por Bialolenkier) llega al órgano que quería estudiar, le avisan que se produce una descompensación de la paciente. En consecuencia, sale inmediatamente para que se empiecen las tareas de compensación y reanimación”.

Con respecto a la ausencia de registro fotográfico de la endoscopía, un requisito establecido por protocolo en este tipo de procedimientos, el abogado del endoscopista lo atribuyó a la rapidez con la que la paciente se descompensó.

“Como él sale de urgencia, porque empieza a producirse una pérdida de saturación de oxígeno, no se detiene a sacar fotos. Normalmente, según los endoscopistas, algunos toman imágenes desde el inicio y otros toman en el momento que ya insuflaron el órgano y lo distienden, que es cuando tienen mejor posibilidad de hacerlo”, explicó.

El letrado también aprovechó la ocasión para deslindar ayer la responsabilidad del endoscopista en las lesiones que fueron encontradas en el estómago y esófago de Pérez Volpin durante la autopsia, las que en algún momento se especuló que podrían haber incidido en su fallecimiento.

“Las posibilidades de dañar [un órgano con el endoscopio] son absolutamente remotas. Incluso, la pinza que va por adentro que es la que se usa para biopsiar cuando se encuentra alguna lesión que pretende analizarse, también es absolutamente flexible. Con lo cual, también con la pinza es remota la posibilidad de lesionar. Ahora, si hubieron lesiones previas al estudio, esto no lo sabemos, es todo presuntivo. Lo que se viene hablando es conjetural”, aseguró.

Si bien la versión presentada por el endoscopista coincide con la difundida extraoficialmente desde el Sanatorio de la Trinidad, en cuanto a que Pérez Volpín presentaba un cuadro médico que pudo haber incidido en el resultado de la intervención, el abogado de Bialolenkier apuntó a su vez contra los médicos que ordenaron la práctica, que “son los que tienen la responsabilidad de hacer los estudios previos”.

En cualquier caso, “el no siente que su práctica haya tenido alguna incidencia o posibilidad de haber terminado en este desenlace”, concluyó Churba en referencia a su cliente, a quien describió como “un endoscopista experto” que “tiene más de mil endoscopías hechas, sólo en el marco de La Trinidad”.

Bialolenkier “estuvo en shock” tras esa muerte y “ aún no volvió a ejercer”, dijo su abogado señalando que esto no tiene relación con su situación judicial, ya que no está imputado, ni “hay ninguna medida del sanatorio que le impida ir a trabajar”.

En relación a los motivos por qué el médico cerró sus redes sociales, Churba dijo que no sabe las causas pero que le parece “lógico”, “para proteger a su familia de los ataques, ante tantas conjeturas”.

“Débora Pérez Volpin era muy querida. Eso genera mucha ansiedad. Pero hay que ser claros y esperar. Lo que se diga, hasta hoy, son conjeturas”, afirmó.

 

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