“Pensamos en vengarnos”, reconoció un hermano del repartidor asesinado

Familiares de la víctima consiguieron imágenes de los sospechosos y las publicaron en las redes a la espera del dato de su dirección para ir a buscarlos. “Estábamos decididos, pero recapacitamos”, aseguró Ariel Solís

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Ariel Solís es uno de los cuatro hermanos que tenía el repartidor asesinado el domingo pasado en Villa Elvira y ayer decidió salir a exteriorizar sus sensaciones en este difícil momento personal, como forma de sacarse la bronca, la impotencia y la angustia que lo paraliza.

Visiblemente conmovido por tan irreparable pérdida, en una entrevista que concedió ayer reconoció que “sinceramente pensamos en vengarnos. Me llamaron varios primos y allegados a Gonzalo y hablamos de hacer justicia por mano propia. Ir a buscarlos y, no sé, hacer algo en sus casas. Creo que mucha gente nos hubiera entendido y apoyado. Pero otro hermano nos habló de las consecuencias que podíamos correr con todo eso y recapacitamos”.

En relación a qué palabras usaron para hacerlo desistir de cualquier tipo de represalia hacia los sospechosos, Ariel mencionó que “mi hermano me dijo `ya perdimos a Gonzalo, no quiero perder a nadie más de la familia`. Fue un instante. Hice un click y pude abrir los ojos”

También -señaló- “fue muy importante el trabajo de los detectives de la DDI La Plata. Cuando entramos en razones de no ir a buscarlos, por suerte la investigación dio rápidos resultados”.

“Hoy puedo decir que hubiese sido un gran error de nuestra parte. Pero hay que estar en ese momento. Es terrible. Muy difícil de sobrellevar. No sabés para dónde salir, qué hacer”, explicó.

Igual, no piensa quedarse de brazos cruzados. Y pide la máxima pena para los responsables del homicidio.

“Si fuera por mi, quiero la pena de muerte, aunque sé que es una utopía. Esta gente no sirve para estar en la sociedad. Por eso espero el mayor de los castigos, el más severo que haya”, agregó.

“ERA UNA EXCELENTE PERSONA”

Ariel quiso describir a Gonzalo, no por lo que opinaba él, sino por cómo hablaban sus amigos al recordarlo.

“Era una excelente persona. Un poco vago, pero en el buen sentido, como todo chico. Le gustaba ir a bailar, a tomar algo, escuchar un poco de música. Tenía muchas relaciones. Y lo más importante, era sano. Le gustaba jugar al fútbol y trabajar. No tenía grandes cosas, porque, como nos pasa a los que no tenemos estudios, debemos hacer cosas no tan grandes. Como repartidor de pizza o albañilería”, indicó.

También habló del sueño de Gonzalo de ser policía. “Venía diciendo eso. No sabemos si por vocación o por la necesidad de tener algo estable”, comentó.

Ariel reiteró que “estoy agradecido a la Policía y espero que los jueces que intervengan en este caso le apliquen todo el peso de la ley a los asesinos. Que sean firmes. Porque gente así tiene que estar encerrada, ya que pueden hacerle daño a más familias. A nosotros nos destrozaron. Es muy duro”.

Por último, aconsejó a los vecinos, cuando se encuentren involucrados en este tipo de situaciones, “seguir a los delincuentes, a distancia, pero siempre sabiendo para dónde escapan o se van. Porque cuando no hay imágenes de cámaras de seguridad, como sí pasó ahora con mi hermano, es realmente muy difícil poder identificar a alguien”.

Como se sabe, a pocas horas del homicidio la causa ya tuvo su primer aprehendido y el miércoles por la noche cayó el segundo.

Uno se llama Matías Omar Mela (20) y el otro Héctor Dadario (23), alias “El Rana”.

A los dos el juez de garantías de La Plata, Juan Pablo Masi, a solicitud del fiscal Álvaro Garganta, le ordenó la detención por el delito de “homicidio criminis causae” que, de sostenerse en las instancias superiores del proceso penal, tiene pena de prisión perpetua.

El crimen de Solís, sucedió a metros de la casa de pastas “Badaloni”, situada en 72 entre 9 y 10.

El joven acababa de realizar una entrega y, cuando se encontraba entregando el dinero recibido a los encargados del negocio, vio a través de la vidriera cómo le llevaban a tiro su moto.

Por eso salió disparado a tratar de impedirlo y, si bien lo logró, le costó la vida.

“Gonzalo era tranquilo, no le gustaban las peleas. No tomaba ni fumaba. Reaccionó porque la moto no tenía seguro contra robo”, explicó su padre Adolfo (57) en una nota que le brindó a EL DIA.

De acuerdo a los voceros, la captura del primer sospechoso fue concretada en la calle 93 entre 129 y 130 por personal de la seccional tercera de Berisso y el Destacamento Villa Progreso. Y rápidamente motivó que una comitiva de la DDI local acudiera a la primera de esas dependencias para acelerar todos los trámites atinentes a la sustanciación del sumario.

En tanto, el segundo, que cuenta con frondosos antecedentes penales, fue atrapado en 23 entre 71 bis y 72, del barrio Altos de San Lorenzo.

“Cuando llegamos intentó escaparse por una ventana, pero logramos atraparlo”, dijo uno de los jefes policiales que participó del procedimiento, donde se incautó un teléfono celular, un reloj pulsera, un pantalón capri y una mochila, que ahora serán sometidas a cotejo pericial.

De esta forma, “el Rana” quedó acusado de actuar como cómplice del otro joven, bajo la presunción de que sería el autor material del crimen.

Igualmente, cabe destacar que para la familia Solís falta la captura de otro delincuente. “Nos dijeron que mientras dos sostenían a Gonzalo, apareció un tercero y lo remató”, manifestó un allegado.

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