Sigue incontrolable el incendio en la reserva natural y las enormes columnas de humo ya se ven desde Colonia

Pese a la magnitud del siniestro aseguran que no hay riesgo para la población. Atacan las llamas varias dotaciones y un helicóptero

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Desde hace cinco días el fuego tiene en jaque a una de las reservas naturales más grandes del hemisferio sur, la de Punta Lara, amenazando un patrimonio natural sin igual. A pesar de que un centenar de brigadistas combaten las llamas sin descanso, y que helicópteros con helibaldes y aviones hidrantes se sumaron a las tareas, no logran controlar el incendio que afecta desde el martes más de mil hectáreas de las 6.000 que posee el reservorio.

Las columnas de humo son tan intensas que no sólo llegaron a distintos barrios del Conurbano, sino que turistas platenses aseguraron a este diario que se perciben desde la uruguaya ciudad de Colonia.

Bomberos que participan del operativo y fuentes ensenadenses señalaron que las condiciones climáticas reavivan el fuego en una zona de difícil acceso entre Berazategui y Ensenada.

La zona afectada se caracteriza por pertenecer a un área de altos pajonales y bañados; “no es el sector más rico en biodiversidad de la reserva”, señalaron funcionarios provinciales.

“Se encuentran trabajando Bomberos Voluntarios de Ensenada, Berisso, Villa Elisa y de la Provincia, junto a guardaparques”, quienes desde la mañana de ayer intentan “combatir los focos ígneos que se reavivaron en las últimas horas”, dijo el coordinador de Seguridad de Ensenada, Martín Slobodian.

El funcionario indicó que la zona con bañados y pajonales “hace difícil el ingreso del personal” aunque “con maquinaria del Municipio se hicieron cortafuegos para intentar limitar el avance de las llamas”.

Durante la jornada del viernes contaron con la colaboración de un helicóptero y un avión hidrante, en tanto que ayer a la mañana, “debido al calor y la sequía, el fuego volvió a reavivarse y rodeó a los bomberos, quienes debieron abandonar una autobomba” que había quedado encajada en los terrenos.

Por la tarde, con un avión hidrante extinguieron las llamas en el sector aledaño al sitio en que se encontraba encajada el autobomba y agentes municipales y bomberos llegaron con una grúa para recuperar el vehículo.

Sobre el combate de las llamas, el funcionario comunal explicó que básicamente “es un trabajo manual con corta fuegos, por eso el foco ígneo aún está prendido”, situación que obligó a los bomberos a ingresar a pie para combatir a “lonjazos” las llamas. Brigadistas explicaron que una de las principales dificultades tiene que ver con las particularidades del terreno. “En la reserva se ha formado un denso colchón de pasturas; el fuego pasa por encima y queda muchísima temperatura debajo y en la tierra. Entonces, cuando se lo apaga, quedan restos humeantes”, señalaron.

“Al atardecer parece que una gran parte del incendio ha sido controlada, pero a la mañana siguiente, al volver el sol, se eleva la temperatura de nuevo y se evapora el escaso rocío que puede llegar a caer en esta época del año, con lo que otra vez se reaviva el fuego y se propaga rápido, debido al calor y al fuerte viento”, explicaron rescatistas.

Por ese motivo, si bien una de las estrategias, como se dijo, se basa en realizar cortafuegos, en algunos casos al levantar las pasturas con las grúas, las llamas se reavivan.

“Si bien el incendio es de gran propagación, no pone en riesgo a ninguna zona poblada”, ya que la zona afectada se encuentra localizada a unos 3.000 metros de la Autopista La Plata-Buenos Aires y el Río de La Plata, entre los límites del Canal Pereyra de Berazategui y el camino Negro de Ensenada, se detalló.

Precisamente, las enormes columnas de humo sorprenden a quienes a diario circulan por la Autopista que une nuestra ciudad con la capital federal. En algunos tramos la humareda afectaba la visibilidad de los automovilistas.

Ayer a la tarde el humo era tan intenso que se percibía desde distintos barrios del norte platense y otros porteños.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense informaron que para combatir el foco ígneo trabajan en el lugar “tres dotaciones de bomberos Voluntarios de Ensenada, Berazategui y San Francisco Solano; dos de las localidades de Gutiérrez y Berisso; un Helicóptero Plan manejo del fuego y un avión hidrante”.

Exhaustos después de cinco días de combates contra las llamas, los brigadistas habían montado una suerte de base de operaciones sobre el camino Negro, única vía de acceso a la zona afectada por el fuego, cuyas causas aún se desconocen.

Bomberos de distintas reparticiones comentaron que no se recuerdan antecedentes de esta magnitud en la reserva natural. Si bien por caso en febrero del año pasado un siniestro considerable afectó al predio, y se recuerda que a mediados de los 90’ hubo fuego por más de dos días en ese sector de Punta Lara, en tiempos recientes nunca antes se había dado un siniestro de tal magnitud. “Es inusual”, afirman.

La epidemia de incendios forestales que acecha a la Región también golpeó ayer, pasadas las 13, en 167 y 503, en Melchor Romero. Allí, al menos seis hectáreas de campos y arboles quedaron devastadas, y obligaron a trabajar por casi cuatro horas a los bomberos de Abasto.

 

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