El aumento de los alimentos empuja hacia los comedores

Edición Impresa

“Aunque la Casita de Los Pibes no es un comedor sino una organización que desarrolla proyectos con niños y adolescentes, en estos últimos años la demanda de alimentación ocupa un lugar cada vez mayor. Muchos de los chicos que hoy se acercan a nosotros no lo hacen porque estén interesados en nuestras capacitaciones ni actividades deportivas o musicales, sino que vienen exclusivamente a comer. Es así que después de treinta años de estar en Villa Alba, el empobrecimiento de muchas familias nos llevó a cambiar nuestra modalidad de funcionamiento. Mientras que antes solíamos cerrar una semana tras la fiesta de Fin de Año, a partir de 2016 dejamos de hacerlo porque vimos que muchos chicos se quedaban durante esos días sin comer”, reconoce José Luis Arana, el coordinador del centro.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE