Rebelde: Cacho, ironiza: “Las mujeres siempre tienen razón”

Mariquita Venezuela

Insiste, Cacho Castaña, quizás, en su manera de rebelarse contra el movimiento feminista, entendiendo que dentro de poco, si continúa en su marcha ciega, habrá que pensar en la entonación con la que se menciona un nombre de mujer, como para no herir susceptibilidades.

El cantautor, que el verano pasado fue destrozado por decir en un programa de televisión que “si la violación es inevitable, relajate y gozá”, una frase de otra época que la mayoría, en algún momento de su vida, ha escuchado o ha dicho en tono facilón y no literal, está listo para volver a salir a la cancha y, lejos de mostrarse arrepentido, lo hará recargado, con la frente en alto.

El 11 de mayo, por caso, junto a Palito Ortega, la dupla hará un Luna Park, y, anticipando este show que ya ha generado gran expectativa, los dos ofrecieron una conferencia de prensa en la que Castaña, como era de esperar, fue consultado por aquella situación, por la que tuvo que cancelar dos recitales en Mar del Plata.

Apelando a la ironía, el cantautor aseguró que “el episodio del verano fue lindo. Estuvo bárbaro. Perdí unos palos, una guita linda. Tuvimos que levantar un par de shows, las chicas estaban violentas, y nada más”.

Pero eso no fue todo porque, subiendo aún más la apuesta ácida, Cacho reflexionó como un hombre, cansado de los extremos a los que ha llegado el reclamo feminista: “Todo lo que haga la mujer está bien. Siempre lo que haga la mujer está bien. Dependemos de ellas, la mujer es mucho más inteligente que el hombre. Nos da bronca pensarlo, pero es así”.

Se le notaba en su voz que nada de lo que decía era lo que pensaba. Decía lo políticamente correcto porque ya sabemos lo que pasa cuando alguien no dice lo que “debe decir”.

Sin embargo, las palabras de Cacho no fueron las únicas. Porque, preguntado sobre si iban a replantear el repertorio, sacando o no algún tema polémico, Palito Ortega, se burló: “Yo saqué ‘Despeinada’, porque puede ser una agresión”.

Las risas, entre periodistas, artistas y representantes, estallaron en el recinto. Había hombres y mujeres por igual. Todos se rieron de lo que dijo el ex gobernador de Tucumán, avalando su reflexión desde el humor.

Para concluir, Castaña, cerró con otra crítica mordaz, insistiendo en una idea que muchos piensan pero que, por miedo al escarnio público, pocos se animan a decir: “Es muy ridículo todo”.