Opinan los lectores

LA VEREDITAS PLATENSES

ERNESTO MAYO

“Se que, frente a lo que nos ofrece la realidad de manera cotidiana, mi queja resulta absolutamente menor, pero hace a la vida diaria y al trato que recibimos como vecinos y ciudadanos. Y me refiero, específicamente, al estado de las veredas de la Ciudad, no sólo ya en el centro, sino también en los barrios. El panorama que se nos presenta apenas ganamos la calle es sinceramente desolador. Pésimo estado, rotas, sucias, abandonadas, y, fundamentalmente, convertidas en impensadas barreras arquitectónicas para quienes, como el que suscribe, tiene ya dificultades para su desplazamiento. Se que las veredas son responsabilidad de los frentistas, pero no veo intención alguna para que desde la Comuna se intente, al menos, un plan para revertir esta lamentable realidad”.

VIDA E IMPUESTOS

Roberto Montezemolo expresa: “Es posible que a los economistas del Gobierno, no se les haya ocurrido..., todavía. ¡¡La vida, es gratis!! Tampoco tiene impuestos y si lo ponen, tampoco los pagaremos. ¿Cómo se haría para determinar el monto del impuesto y qué parámetros serían tomados en cuenta? Por eso debemos disfrutarla. Es tanto el hambre que tienen los gobernantes, que en cualquier momento, lo sancionan por ley. ¿Será válido? Es difícil. Se podrá aducir que la vida les pertenece, ya que pagan subsidios por pre-nacimiento, nacimiento, escolaridad y luego impuestos. Si lo vemos con ojos de cuando éramos niños, decíamos ‘la cantidad de años que faltan para morir’. Visto ahora, luego de haber transitado mucho ‘camino’, decimos que hemos tenido suerte de haberlo vivido y gracias a los delincuentes, que no nos han matado. Pero luego decimos, ‘lo poco que nos falta’. Por eso, debo aprovechar este tiempo ahora”.

INSEGURIDAD

Carlos Carrasco Quintana sostiene: “Sabemos que en los últimos años la poda en La Plata ha sido casi inexistente y la que fue llevada a cabo, pésima. Lo que antes era un agravio a una ciudad y sus habitantes orgullosos de su forestación, ha pasado a ser un cómplice directo de la inseguridad. Es frecuente ver árboles cuyas ramas más bajas tocan las cabezas de los transeúntes, la superiores dificultan mucho la función de las luminarias y sus follajes no tiene mucho que envidiar a los del Amazona. Esta intolerable negligencia y desatención nos impone calles oscuras, veredas tenebrosas y proporcionan un ambiente propicio para el delito. En materia de inseguridad estamos cada vez peor y para ello basta leer las páginas del diario. La cantidad de asaltos de todo tipo que se producen en nuestra ciudad es alarmante y hace que vivamos temerosos y con razón. No se advierte medida ni preocupación alguna para que esto, al menos, disminuya. Los vecinos somos los que pergeñamos todo tipo de medidas para protegernos que, claro está, son meros parches cuando la vida está en juego. No me explico cómo esto no ha sido advertido por quienes han sido elegidos para gobernar y, si lo ha sido, cómo no se ha llevado a cabo esta medida mínima que colaboraría para ello”.

JESÚS

José Vicente Cobos expresa: “Para Jesús de Nazaret no fue necesario presentarse en opulencia y lujo ante los hombres, pues Él es el Corregente de Reino de Dios. Sin embargo la presencia sencilla y humilde de este gran hombre impidió, y todavía sucede en la actualidad, valorar qué elevadísimo ser estuvo entre los hombres en la Tierra qué elevada tarea llevó a cabo en beneficio de la creación. El terrible e indigno camino que tuvo que recorrer Jesús hasta el Gólgota, no habría sido necesario si las personas lo hubieran reconocido y acogido, pues todo podría haber sido de otra forma. Pero como las personas cargaron su alma cada vez más por su manera contraria de pensar, sentir y actuar, tuvo que intervenir el reino divino y Su venida fue necesaria, más no Su muerte atroz. El Espíritu libre y eterno, Dios, no quita a sus hijos el libre albedrío, Él no nos obliga a cambiar, no castiga ni sanciona, tampoco ha dispuesto un lugar para la condenación eterna. Tales ideas nacen de las religiones externas que antepusieron el culto pagano a la palabra de Dios y permitieron el barbarismo.”

TRANSPORTE

Claudia Castellini expresa: “Soy usuaria de la línea 202 de Berisso. No estoy de acuerdo con que el problema de demoras en el transporte sea producto de las dobles filas de los automovilistas. Mas allá del caos que representa nuestra ciudad, también deben hacerse responsables las empresas y enviar a los Inspectores a las paradas como las de 60 y 126, 1 y 60, 7 y 46, entre otras, donde ni siquiera nos respetan ante las señas que hacemos los pasajeros, burlándose de nosotros y siguiendo de largo, viendo que el micro no se encuentra con el pasaje completo. Si llamas a la línea, ni te responden, entonces que debemos hacer los que todos los días salimos a trabajar...¿cortar la calle para que ‘algunos choferes’ se dignen a pararnos?”.