Los “micro-basurales” en la vía pública se multiplican y ya son un complejo problema sanitario

Desde distintos barrios los vecinos advierten por la basura acumulada. Quejas en San Carlos, Hernández, Los Hornos y 29 y 78

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En casi todos los barrios de la periferia platense, incluso los más cercanos al casco histórico, existen basurales cuya dinámica envidiaría el mismísimo ave Fénix. Alimentados periódicamente por la desidia de los vecinos, los recolectores informales y algunas empresas de contenedores, no importa cuántas veces se los despeje, vuelven a surgir. Y para peor, esa limpieza, a cargo de la Comuna, no siempre es periódica, según afirman en diferentes puntos de San Carlos, Altos de San Lorenzo, Hernández y Los Hornos.

Esquinas descuidadas, lotes descampados, veredas de casas inhabitadas, ramblas y espacios verdes sin mantenimiento son imanes para estas acumulaciones de residuos domiciliarios que no ingresaron al circuito de recolección, escombros y restos de poda.

“Desde hace meses venimos pidiendo la limpieza de un basural que se formó en 153 y 50, frente a un comercio, y que crece tanto que prácticamente corta la calle” advirtió Leticia, quien vive en esa zona de San Carlos: “a veces la montaña supera la altura de una persona. Sabemos que es culpa de los propios vecinos y de la gente de los carros cartoneros que paran acá a hacer el descarte, pero necesitamos que de la municipalidad nos ayuden un poco”.

Similares quejas se escucharon en 29 y 78, de Altos de San Lorenzo -”el olor no nos deja vivir tranquilos, es un peligro sanitario”-, y 137 y 90. “Hay un basural terrible, que no logran erradicar hace años” señalaron quienes transitan la avenida que une Los Hornos y Arana: “ahora incluso pusieron un contenedor pero como no lo retiran lo suficientemente seguido, rebalsa de mugre permanentemente; a veces hay chiquitos revolviendo, es muy triste todo”.

También hubo reclamos en Hernández. “Desde hace meses venimos detectando que hay empresas de volquetes que descargan o dejan sus contenedores cargados con basura en puntos como 31 entre 514 y 515, o 520 entre 30 y 31” precisó Jorgelina Gómez Saravia: “contaminan y la degradan el barrio”

De acuerdo con un informe de la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente, entre las consecuencias posibles de vivir cerca de un basural por un tiempo sostenido se cuentan las infecciones respiratorias -resfríos, catarros, neumonitis en los niños-, los problemas gastrointestinales y los eccemas o piodermitis -causados por bacterias-, que se presentan en la capa más superficial de la piel.

“Los chicos juegan en inmediaciones o cerca de la basura, vuelven a sus casas y no se lavan las manos o no lo hacen debidamente” subrayaron los profesionales: “luego van a comer o se tocan la boca, y ese virus ingresa al organismo provocando diarreas”.

Si entre los desechos existen jeringas o cualquier otro residuo patológico o patogénico, existe incluso el riesgo de contraer hepatitis o HIV. El asma, los trastornos endocrinológicos y los problemas del neurodesarrollo también pueden tener vinculación con la exposición a los basurales.

 

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