El día después del milagro: que el próximo festejo sea todos juntos
| 27 de Junio de 2018 | 09:35

La Selección argentina consiguió un agónico pasaje a octavos de final con un golazo sobre la hora de Marcos Rojo y los problemas internos que se habían desatado en la concentración parecen atenuarse.
Pero en los festejos de los goles nacionales, y sobre todo en el eufórico grito a poco del final, se vio una postal muy clara que demostró que los jugadores están por un lado y el entrenador Jorge Sampaoli está por otro.
El técnico gritó con alma y vida el gol del ex defensor de Estudiantes pero lo hizo en soledad, sin que ninguno de sus colaboradores y menos que menos sus futbolistas, acudan a un abrazo. Una vez terminado el juego, se marchó de inmediato a los vestuarios sin festejar, en un Mundial en que ha sido fustigado por las críticas.
Si bien el mismo presidente de AFA, Claudio Tapia, pidió unidad adentro y también afuera, con hinchas y prensa, algunas cuestiones parecen no haberse solucionado en el búnker de Bronnitsy.
En la conferencia post partido, el DT tuvo quiso dar otra imagen y tuvo elogios para con los intérpretes, "Estos futbolistas jugaron con el corazón y mucha rebeldía. Esto fortalecerá las chances de cara al futuro (...) La regularidad y la consistencia que tuvo el equipo nos va a permitir pasar la próxima final que nos toca. Vamos a jugar con un equipo que es candidato, así que va a ser un partido muy exigente. Vamos a jugar con una selección que tiene grandes individualidades. Trabajaremos en lo colectivo para que Messi pueda dar lo que dio hoy gran parte del partido", sostuvo.
De todos modos, tanto el autor del gol, como otros compañeros coincidieron en que desde ahora comienza otro Mundial y en medio de una disyuntiva sobre quién o quiénes arman un once para salir al campo, comenzará a roda la instancia decisiva. Una instancia que más que nunca requiere que todos pateen para el mismo lado, desde afuera, pero sobre todo desde adentro, para que haya más festejos, pero que sean compartidos y genuinos.
VEA TAMBIÉN: A Octavos, con el corazón en la mano
SE VIENE FRANCIA
La clasificación exculpa por unas horas de los errores pero Argentina deberá mejorar mucho si la generación Messi quiere desquitarse de las tres caídas sucesivas en finales, en Brasil-2014 y en las ediciones 2015 y 2016 de la Copa América.
Argentina recibió la mano indispensable que necesitaba para pasar a la siguiente ronda ya que Croacia venció a 2-1 a Islandia en el otro partido del Grupo D, además de su propio triunfo, que también era obligatorio. Se necesitó una mano de Nigeria, que derrotó a Islandia en la segunda fecha, y en el tercer y último también la ayuda de Croacia. Demasiadas manos para una selección incluida en el pelotón de las favoritas. Aunque ahora todos prometen que podría ser distinto.
El equipo de Didier Deschamps terminó como primero del Grupo C al igualar 0-0 con Dinamarca, que a su vez selló este martes la clasificación como segunda, en uno de los partidos más aburridos hasta ahora en el Mundial.
Pese a su gran poder ofensivo, Francia creó muy pocas opciones y careció de profundidad para perforar la férrea defensa danesa.
Con el boleto a octavos en el bolsillo, Francia dejó una imagen borrosa de cara a la siguiente instancia.
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