Billetera gorda, ideas muy flacas

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Por EDUARDO TUCCI
deportes@eldia.com

“Billetera gorda” dijo Claudio Tapia cuando admitió que hizo un intento por traer a Guardiola para reemplazar a Jorge Sampaoli y los montos de dinero para concretar la aventura resultaban imposibles para la AFA. Entre risas el máximo dirigente de nuestro fútbol reconoció que lo de Pep fue “un tirito al blanco muy difícil”.

Cuesta mucho a esta altura creer que los responsables de encauzar las golpeadas selecciones nacionales se estén ocupando debidamente del tema. Al menos eso es lo que dejaron al descubierto las últimas afirmaciones del hombre fuerte de la Casa de la calle Viamonte que estuvieron lejos de vislumbrar una “refundación” o la confección de un proyecto serio con un plan superador para el equipo nacional.

Incluso las palabras del presidente de la AFA no le gustaron nada al director técnico español que salió al cruce de sus afirmaciones: “Nadie se comunicó conmigo ni con mi entorno”, fue lo primero que tiró sin disimular su enojo el ex estratega del Barcelona quien además destacó estar dolido con Tapia “Por haber hablado de mi salario cuando el presidente de AFA no sabe nada de mi situación”.

Pep Guardiola le puso telón al tema con otra afirmación tajante dirigida al máximo responsable del fútbol nacional: “En todo caso el entrenador debe ser argentino y hay muy buenos en ese país”.

Mientras tanto a 40 días de la triste eliminación mundialista en medio de un rotundo fracaso –que incluyeron desde los baches en la gestión dirigencial hasta la confusa propuesta del DT, pasando por los déficits individuales de los futbolistas convocados--, da toda la sensación de que la improvisación sigue dominando la escenografía en el fútbol criollo.

Hasta ahora todo ha pasado por anuncios y afirmaciones estridentes pero huecas. El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino habló, por ejemplo, en su momento de un proyecto “para los próximos diez años”, cuando se tardó una eternidad para decidir la suerte de Edgardo Bauza y 15 partidos para despedir a Sampaoli a quien se había calificado desde la cúspide afista como “el mejor entrenador del mundo”.

En medio de tantos manotazos al aire, sin una dirección fija y una devaluación notable en materia de iniciativas como no entender a Marcelo Gallardo cuando se autoexcluyó como candidato. Mientras no está claro si habrá o no manager, si existirá un Director de Selecciones y el presidente de Lanús, Nicolás Russo –sindicado como uno de los candidatos para la comisión de selecciones—acaba de pegar un ruidoso portazo en el Comité Ejecutivo--, Ricardo Gareca ya arregló para continuar cuatro años más en Perú, Matías Almeyda sigue ocupado en conseguir trabajo y José Pekerman espera señales que no llegan.

Eso por nombrar sólo a algunos de los entrenadores que se mencionaron para encabezar la nueva etapa. En materia futbolística la agenda marca compromisos ineludibles para las juveniles –la Sub 20, por ejemplo, en cinco meses jugará en Chile el Sudamericano clasificatorio para el Mundial de Polonia y para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 --, lo que obliga a respuestas más contundentes y a corto plazo.

Las precisiones que acaba de brindar Tapia, incluyendo la insólita intención de traer a Guardiola, no avalan la idea de “proyecto serio” y aquí no entran en juego las extraordinarias condiciones de Pep. Es hora de ponerse a pensar seriamente en un tema tan vital como es la representación nacional de nuestro deporte más popular. Por ahora sigue reinando la confusión.

 

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