El Papa recibió un severo reclamo en Irlanda por los abusos de los sacerdotes
Edición Impresa | 26 de Agosto de 2018 | 01:43

DUBLÍN
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, urgió ayer al papa Francisco a que se haga “justicia” para las víctimas de abusos cometidos por eclesiásticos en “el mundo entero”, y el Pontífice reconoció su “vergüenza” y “sufrimiento” por estos “crímenes innobles”.
Este 24º viaje de Francisco al extranjero desde que es Papa se produce en un momento muy delicado para el futuro de la Iglesia católica, sacudida la semana pasada por sórdidas revelaciones de viejos abusos sexuales cometidos en Estados Unidos. Varadkar, jefe de gobierno gay y símbolo de una nueva Irlanda liberal, abogó porque “las víctimas y los sobrevivientes obtengan justicia, verdad y curación”.
“ESCUCHE A LAS VÍCTIMAS”
“Actualmente debemos asegurarnos de que las palabras vayan seguidas de acciones”, insistió Varadkar en un discurso en el castillo de Dublín, junto al Sumo Pontífice, al que “por encima de todo” pidió que “escuche a las víctimas” y le pidió hechos y no palabras”
Desde 2002, más de 14.500 personas se han declarado víctimas de abuso sexuales cometidos por sacerdotes en Irlanda. La jerarquía católica irlandesa ha sido acusada de haber encubierto a centenares de estos sacerdotes.
“Es una historia triste y vergonzosa”, una “mancha en nuestro Estado, nuestra sociedad y en la Iglesia católica”, estimó Varadkar.
“El papa Francisco se reunió anoche durante hora y media con ocho sobrevivientes de abusos cometidos por clérigos, religiosos o en instituciones” de la Iglesia, explicó el portavoz del Vaticano, Greg Kerry.
Este encuentro muy esperado con “sobrevivientes”, en parte identificados en un comunicado del Vaticano, se realizó al terminar el primer día de la visita a Irlanda.
Entre las ocho personas se encontraba una víctima, que quiere permanecer anónima, del sacerdote católico Tony Walsh, que abusó de niños durante dos décadas antes de ser encarcelado. El Papa también recibió a Marie Collins, portavoz de los “sobrevivientes” y víctima a los 13 años de abusos sexuales de un cura.
Tras reunirsse con el Papa anoche, su ex consejera en materia de abusos pedófilos del clero, Marie Collins, había afirmado a los periodistas: “Decepcionante, nada nuevo”.
Por la tarde, el Papa oró en silencio junto al arzobispo de Dublín Diarmuid Martin ante un cirio dedicado desde 2011 a las víctimas irlandesas de abusos sexuales, en la mayor catedral de la ciudad, St Mary’s.
Francisco llegó antes a Irlanda -primera visita de un Pontífice a este país en 39 años- para cerrar el Encuentro Mundial de las Familias.
“No puedo dejar de reconocer el grave escándalo causado en Irlanda por los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia encargados de protegerlos y de educarlos”, admitió el papa argentino.
Pero, al mismo tiempo, defendió el papel de la Iglesia que “en Irlanda ha tenido, en el pasado y en el presente, un papel de promoción del bien a los niños que no puede ser ocultado”.
Por este motivo, el Papa pidió a la población irlandesa que mantenga la fe.
Francisco también reconoció “las dificultades que las familias tienen que afrontar en la sociedad actual que evoluciona rápidamente”, y “los efectos que la quiebra del matrimonio y la vida familiar comportarán, inevitablemente y en todos los niveles, en el futuro de nuestras comunidades”.
La Irlanda que recibe al papa ha cambiado en los últimos años, emancipándose de la influencia de la Iglesia. El país legalizó en 2015 el matrimonio homosexual, instaló en 2017 un primer ministro homosexual, Leo Varadkar, y liberalizó en mayo el aborto. (EFE, AFP y AP)
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE