La obra de 120 y 32 avanza por la última etapa pero las calles aledañas no dan más
Edición Impresa | 4 de Agosto de 2018 | 02:35

Sometidas a un desgaste inusual como consecuencia de los cierres parciales y totales de la rotonda de 120 y 32, las calles de las zonas aledañas a la obra que se inició hace dos meses y medio están empezando a colapsar. Y es literal: vecinos y automovilistas de Barrio Hipódromo y Tolosa pusieron el grito en el cielo en las últimas horas porque el pavimento directamente “se está hundiendo”, lo que genera incontables trastornos a quienes circulan a diario por ese sector de la Ciudad.
“Es casi imposible pasar sin romper el auto. Hay cuadras que están detonadas”, denunció Luis Palacios, vecino de Barrio Hipódromo que contabilizó no menos de una decena de “cráteres” en el tramo que va por calle 121 desde 38 hasta 33. Entre las cuadras en las que el pavimento está en terapia intensiva enumeraron: la de 121, 34 y 35; 34 entre 120 y 121; y 121 33 y 34. “Y en la 120 el paisaje es igual”, aseguraron.
EL DIA recorrió el barrio y comprobó que la cinta asfáltica presenta hundimientos y rajaduras en diferentes tramos. En 35 y 121, por caso, se divisa una enorme grieta y un desnivel que se extiende casi a lo ancho de la arteria.
Quienes viven en la zona cuentan que el pavimento está “entre algodones” desde que comenzaron los trabajos para repavimentar la rotonda de 120 y 32, a mediados de mayo pasado. Inicialmente se había estimado que la obra de repavimentación estaría terminada para el 30 de julio pasado, pero ya por entonces advirtieron que podría extenderse el plazo de mediar circunstancias adversas.
En ese marco, fuentes de la gerenciadora de la traza de la Autopista, Aubasa, dijeron a EL DIA que se prevé la habilitación de la rotonda al tránsito para el 10 de agosto. Actualmente, se sabe, la zona permanece entre cortes y desvíos, por lo que los automovilistas que unen nuestra ciudad con la capital federal deben optar por caminos alternativos para tomar la Autopista.
Sobre la marcha de los trabajos, desde Aubasa explicaron que “el pavimento de hormigón de la transición ubicada en 120 y 531 se termina este domingo, concluyendo de esta manera la repavimentación de la rotonda”.
Aclararon que “mientras tanto, se construirán los cordones y veredas restantes. Se prevé la habilitación al tránsito el día 10 de agosto. Luego se continuará con tareas menores fuera de la calzada, para evitar la molestia de los vehículos”.
Desde la gerenciadora de la traza agregaron que “la obra se realiza con el aporte técnico de la Universidad de La Plata. Con estas tareas, se completará una calzada de 38 cm de espesor, comparable con la construcción del Metrobus porteño. Permitirá lograr un piso de alta durabilidad en ese sector”.
Mientras tanto, como se dijo, quienes padecen las consecuencias son los vecinos de los barrios aledaños, donde el tránsito se torna caótico y las calles sufren el desgaste del alto volumen de tránsito. Así lo describieron, por caso, en Tolosa, donde calles como la 116, la 117 y la 526 cargan con un peso “innecesario, peligroso en materia de seguridad vial y destructivo para las calzadas”.
Días atrás, por caso, este diario dio cuenta del reclamo de quienes viven y circulan cotidianamente por la zona comprendida entre 116, 120, 520 y 526. “En las horas pico, por ejemplo al mediodía, estamos viviendo una pesadilla” resumía el dirigente comunitario Pablo Pérez: “camiones, algunos con acoplado, micros de larga distancia, de agencias de turismo, coches cama, todos haciendo el mismo recorrido por adentro del barrio y detonando las calles. El hormigonado, que no es nuevo pero estaba impecable, ya se quebró y se está hundiendo, por ejemplo, en 117 y 530”.
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