River fue pura efectividad y se quedó con el Superclásico

El equipo comandado por Marcelo Gallardo hizo un gran primer tiempo y se puso en ventaja. En el complemento el Xeneize arrancó mucho mejor, pero el Millo volvió a golpear y lo liquidó

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La alegría fue toda millonaria: River se adueñó del Superclásico ganándole a Boca 2-0 en La Bombonera gracias a los golazos de Pity Martínez e Ignacio Scocco. El conjunto comandado por Marcelo Gallardo hizo un gran primer tiempo y se fue al entretiempo arriba en el marcador por un tanto, mientras que en el complemento liquidó la historia cuando el Xeneize mejor estaba jugando. El platense Mauro Vigliano, encargado de impartir justicia, no tuvo un buen arbitraje y generó varios polémicas.

En el primer tiempo el mejor fue Millonario que, apostando a la presión alta y al buen pie de sus hombres de mitad de cancha hacia adelante, le creó mil problemas a los defensores xeneizes. El gran protagonista sin dudas fue el Pity Martínez, a quien le bastaron 20 minutos para hacer estragos.

Igualmente el primer en crear una clara situación de gol fue Boca, más precisamente a los 5 minutos, cuando Darío Benedetto sacó un zapatazo letal desde tres cuartos de cancha que tapó con una volada Franco Armani. Pero en los minutos siguientes la visita de mostró más sólida con la pelota en sus pies y empezó a merodear el arco rival.

Y luego de algunas insinuaciones, a los 15 minutos, el Millonario abrió el marcador: Emmanuel Más intentó despejar una pelota cerca de la medialuna pero la misma le rebotó a Ezequiel Palacios y le quedó al Pity quien, entrando al área por la derecha, sacó un zurdazo de primera que se clavó con violencia en el segundo palo de Agustín Rossi, que nada pudo hacer. Golazo del ex Huracán que festejó por tercera vez en un Superclásico.

Este tanto agrandó al conjunto comandado por Marcelo Gallardo y desnudó las falencias de Boca que, por momentos, parecía estar para el nocaut. Martínez se retiró lesionado a los 20 minutos pero, antes, tiró varias pinceladas como un caño en mitad de cancha que le permitió ganar una infracción.

Pasando la media hora el local logró acomodarse un poco más y, aprovechando que el Millo ya no tenía la misma intensidad de minutos anteriores, logró generar dos situaciones para empatarlo pero no lo logró: primero Armani le volvió a contener un remate a Bendetto y, luego, Carlos Tévez no pudo mandar la pelota al fondo de la red a un metro del arco tras una gran jugada individual de Cristian Pavón por la banda izquierda.

Ya sobre el final de la primera etapa, Edwin Cardona mereció la tarjeta roja por una agresión en la cara a Enzo Pérez, pero el platense Mauro Vigliano interpretó que solamente era para amarilla.

cuando parecía que boca lo empataba, apareció scocco

El inicio del segundo tiempo fue totalmente distinto ya que Boca salió decidido a empatarlo ante un River que ya no generaba peligro ni tampoco podía aprovechar las dudas en el fondo xeneize. Para colmo el clima en La Bombonera se caldeó porque, al minuto, llegó una de las grandes polémicas de la tarde: Benedetto sacó un remate dentro del área y la pelota pegó en la mano de Leonardo Ponzio, pero el juez entendió que no era penal.

Ya a los 5 el Pipa tuvo una muy clara en el corazón del área, ensayando una tijera entrando sobre la izquierda que se perdió por encima del travesaño. Pasando el cuarto de hora, Cardona hizo transpirar al Millonario con la ejecución de un tiro libre que se fue apenas desviado y con Armani volando para la foto.

Pero cuando parecía que el Xeneize tarde o temprano lo iba a empatar, desde el banco de los suplentes llegó el 2-0 de River a los 23: tras una gran jugada de Juan Fernando Quintero, Ignacio Scocco la tomó en la puerta del área y literalmente le quemó el arco a Rossi con un zapatazo letal. A pesar de que aún faltaban más de veinte minutos, el Superclásico empezó a bajar la persiana tras este tanto.

Si bien en el último cuarto de hora el equipo comandado por Guillermo Barros Schelotto tuvo algunas aproximaciones para descontar, ya no mostró la agresividad del arranque de complemento y River comenzó a jugar con la desesperación de los locales.

Ya en tiempo de descuento Boca tuvo situaciones muy claras para poner el 1-2, pero tuvo dos verdugos: primero el travesaño, en un cabezazo de Carlos Izquierdoz a un metro del arco, y luego Armani, que voló para evitar el gol de Más. Después de esta última jugada, Vigliano marcó el final e hizo realidad la victoria superclásica de River, que vivirá las próximas semanas con el ánimo por las nubes.

 

 

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