Ponce pidió licencia en la presidencia del Concejo y lo reemplazaría una mujer

El presidente del Concejo Deliberante de La Plata Fernando Ponce formalizó ayer el pedido de licencia a la banca y el alejamiento del cargo y anunció que se pondrá “a disposición de la Justicia” para que se investiguen las denuncias en su contra por acoso sexual y violencia de género.

Ahora, el intendente Julio Garro, quien le había pedido el alejamiento a Ponce la semana pasada, impulsa para reemplazarlo en el sillón de la presidencia del Concejo a una mujer de su círculo de confianza, la actual Secretaria de Planeamiento Urbano Ileana Cid.

Ponce elevó ayer el pedido de licencia con un mensaje en el que aseguró que lo hacía “con el único objetivo que se llegue a la verdad y demostrar la falsedad de los cargos” en su contra.

“Los que estamos en la función publica somos primeros que debemos demostrar con el ejemplo ese ejercicio de justicia y transparencia. Por eso he decido tomarme licencia a mi cargo de Concejal de la Ciudad de la Plata, con el único objetivo de que se llegue a la verdad y demostrar la falsedad de los cargos”, dijo el ahora ex presidente del Concejo.

Y agregó: “desde Cambiemos creemos en la justicia en todos los ámbitos y sin distinción de cargos o jerarquías. Durante muchos años la política se escudo en los cargos y privilegios para evadir sus responsabilidades. Esto es una muestra de que vinimos a cambiar eso y nadie estar por encima de la ley”.

La semana pasada, el intendente Garro le había pedido a Ponce (que fue electo como primer concejal en su lista en 2015) que se aleje del cargo. “Le plantee que se aboque al trabajo de campaña”, fue la explicación oficial de Garro.

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La salida de Ponce era, para muchos, un movimiento anunciado. Desde su llegada a la presidencia del Concejo, el dirigente que viene del riñón político de Garro había acumulado cortocircuitos con varios sectores de la oposición.

Los que más repercusión tuvieron fueron los choques con la concejal kirchnerista Victoria Tolosa Paz, con quien protagonizó varios episodios de gritos en el recinto.

Tolosa terminó acudiendo a la Justicia, donde denunció a Ponce por “injurias en el marco de la violencia contra la mujer”.

Fue luego de una escandalosa sesión en la que Ponce bajó del estrado, ocupó una banca y cargó contra Tolosa Paz y contra su esposo, el ex Secretario de Medios del kirchnerismo Enrique “Pepe” Albistur, quien enfrenta cargos en la Justicia por presuntas irregularidades durante su gestión.

Pero el episodio que terminó empujando la salida de Ponce se produjo en diciembre, cuando una ex empleada del Concejo Deliberante se presentó en la Justicia para denunciarlo, al asegurar haber sido víctima de un acoso sexual de su parte.

La acusación generó un fuerte sacudón político y movió a Garro a tomar una decisión que terminó de tomar estado público la semana pasada, cuando se confirmó la salida de Ponce.

Antes, hubo una última sesión del año que confirmó el desgaste en la figura del entonces presidente del cuerpo, que se retiró del recinto cuando los concejales discutían y votaban un protocolo de actuación ante denuncias por violencia de género, que se interpretó como un claro mensaje contra la continuidad del garrista en el cargo. “Estaba rota la relación y ya no tenía vuelta atrás”, explicaron en el Concejo.

PULSEADA POR LA SUCESIÓN

Ayer, el Concejo Deliberante convocó a una sesión para el próximo martes en la que se deberá resolver el reemplazante de Ponce. En la banca, todo indica que será Alicia Beltrami, una dirigente del radicalismo alineada a Sergio Panella.

Pero para el reemplazo en la presidencia del cuerpo hay todavía abierta una pulseada que el oficialismo deberá resolver en las próximas horas. Garro quiere ese sillón para Ileana Cid. Además de ser mujer, lo que fue leído como un gesto en el medio de la polémica por Ponce, Cid es una dirigente de extrema confianza de Garro.

Con todo, el radicalismo sigue empujando para que el nuevo presidente del cuerpo sea Claudio Frangul, actual jefe del bloque de Cambiemos.

Garro deberá, también, llegar a un acuerdo con algún sector de la oposición para plasmar los cambios, ya que el bloque oficialista necesita dos votos para tener la mayoría en el recinto.