Renegociar la deuda se convirtió en la primera meta del próximo gobierno

Mariano Spezzapria

@mnspezzapria

El presidente electo Alberto Fernández desestimó la transición con el gobierno de Mauricio Macri y concentró las energías en el armado de su futuro Gabinete y en un asunto que lo desvela: la renegociación de la deuda externa, que considera fundamental para ganar tiempo y aire político.

Según pudo saber EL DIA, las cuentas que hacen en el equipo de Alberto F. son lapidarias: el país deberá hacer frente a vencimientos externos por 30.000 millones de dólares en la primera mitad de 2020, mientras que las reservas disponibles del Banco Central no superarán los 12.000 millones.

Por ese desfasaje, Alberto F. ya tomó contacto con la nueva titular del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva. La sucesora de Christine Lagarde se mostró partidaria de “reducir la deuda a un nivel sostenible”, de modo tal que la Argentina pueda salir a buscar financiamiento en el mercado privado.

Aunque en una declaración a Bloomberg, Georgieva advirtió que el Fondo reclamará que “el gobierno argentino encuentre la manera de vivir dentro de las limitaciones presupuestarias”, para no agigantar el déficit fiscal. El FMI desembolsó US$ 44.000 millones de los 56.300 millones que otorgó a Macri.

La renegociación de la deuda no se limitará a las conversaciones con Georgieva. Alberto F. viajará la semana próxima a Europa para buscar apoyo de países clave como Francia, Italia y Alemania en el directorio del organismo. La primera escala será París, donde se reunirá con Emanuel Macron.

El presidente electo visitará luego a su par italiano Sergio Mattarella en Roma y finalmente desembarcará en Berlín, donde mantendrá una audiencia con Angela Merkel. En forma paralela, Alberto F. autorizó al economista Guillermo Nielsen a realizar exposiciones en los Estados Unidos. La primera de ellas ya tuvo lugar en Miami.

Allí, el hombre que negoció la deuda en 2002 y que ahora volvería a encargarse de esa misión con el gobierno del Frente de Todos, sostuvo que la operación debería ser “rápida”, tanto con el FMI como con los acreedores privados, porque los vencimientos que se acumularán hasta mayo del año que viene ahogarán las finanzas nacionales.

Nielsen, quien cuenta con la colaboración de Adrián Cosentino –también mencionado para el próximo equipo económico-, no consideró una opción que el país vuelva a caer en una cesación de pagos, como en la última gran crisis argentina, ni tampoco que se terminen de agotar las reservas en los vencimientos de los primeros meses de 2020.

En el equipo de Alberto F. calculan que en la primera mitad del año que viene vencerán U$S 14.000 millones de deuda en dólares y otros U$S 16.000 millones de títulos emitidos en pesos. Por eso, la acción más urgente del próximo gobierno será “reperfilar” la deuda en pesos.

En ese aspecto será clave la participación del Congreso que tratará, antes de fin de año, el reperfilamiento de la deuda. Pero hay dudas respecto de la ventana de tiempo en la que se suspenderían los pagos.