Malestar de intendentes de Cambiemos con la estrategia nacional para la Provincia
Edición Impresa | 13 de Febrero de 2019 | 02:00

Por MARIANO SPEZZAPRIA
“No entiendo por qué cortaron tan rápido la discusión del desdoblamiento”. La frase pertenece a un intendente bonaerense de Cambiemos, aunque su desconcierto no es personal sino que más bien revela el estado de ánimo colectivo entre los jefes comunales oficialistas frente a la estrategia electoral que baja desde la Casa Rosada. No lo dirán abiertamente, pero la palabra malestar define ajustadamente el cuadro interno en la alianza gubernamental.
Así se comprende que una vez cortado de cuajo ese debate –pese a que durante varias semanas alteró los nervios de sus colegas peronistas-, los intendentes del PRO salieron a reclamar la eliminación de las PASO, aún a sabiendas de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el asesor Jaime Durán Barba se manifestarían en contra, como ya lo habían hecho con el desdoblamiento. Con toda lógica, esa dupla prioriza la reelección del presidente Mauricio Macri.
Pero en el plano territorial, donde se mueven los intendentes, el escenario se ve distinto que en las alturas del poder. “No creemos que el Gobierno nacional pueda estar peor que hoy”, graficó el intendente consultado por EL DIA, en referencia a las mediciones de imagen e intención de voto que tiene en su distrito el presidente Macri y la valoración que hacen los vecinos sobre la situación económica. “Hubo un choque fuerte de las expectativas con la realidad”, advirtió.
Esa realidad impacta sobre todo en el Conurbano. Por eso aparecen más complicados los intendentes que van por su reelección después de haber ganado en 2015 gracias al envión que les dio Vidal, pero que ahora penan no sólo por las mediciones de Macri sino también por las de Cristina Kirchner, que no baja de los 40 puntos de intención de voto. Los distritos más complicados son Quilmes, Lanús, Pilar y General Rodríguez, que tienen una larga tradición peronista.
En cambio, los municipios de Vicente López y San Isidro –en el norte del Conurbano- están en una situación opuesta, ya que el electorado es históricamente refractario al kirchnerismo en esa región, mientras que Tres de Febrero y Morón aparecen en un escalón intermedio, ya que las gestiones de los intendentes Diego Valenzuela y Ramiro Tagliaferro fueron bien apuntaladas por la Gobernación. “Hay lugares en los que estamos blindados”, bromeó el jefe comunal.
Entre los intendentes oficialistas –no sólo los del PRO, sino también de la UCR- rige cierto espíritu de cuerpo, que los hace reaccionar en conjunto frente a situaciones con las que no comulgan. La última de ellas sucedió cuando trascendió que en la Casa Rosada y la Gobernación el objetivo central es asegurar las reelecciones de Macri y Vidal, más allá de la suerte que puedan correr algunos intendentes. Ahí explotó el chat por el que se comunican los jefes comunales.
A tal punto, que el funcionario implicado en la versión –con despacho en La Plata y terminal en la Jefatura de Gabinete nacional- tuvo que enviar un mensaje conciliatorio por medio de uno de los intendentes, aunque el malestar entre ellos persiste. “Se supone que Peña y Durán Barba saben de ganar elecciones”, ironizó el jefe comunal en diálogo reservado con este diario. Aunque en cada municipio, los intendentes están armando su propio plan para acercarse a la reelección.
“Hoy muchos intendentes estamos en 32/33 puntos de intención de voto. Macri mide menos y Vidal más. Por eso la campaña tiene que hacer foco en ella. El objetivo es llegar a 38/39 puntos en la primera votación”, afirmó sin mencionar específicamente a las PASO, ya que los jefes comunales del PRO impulsan su eliminación. Y agregó: “A nivel local son muy importantes las obras, los asfaltos y la seguridad. La campaña nacional será más valorativa y eso se entiende”.
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