La ciencia rollinga
Edición Impresa | 3 de Febrero de 2019 | 08:45

Lejos del imaginario que los coloca en posiciones casi antagónicas, la ciencia y el rock comparten rasgos y motivaciones que el físico uruguayo Ernesto Blanco desentraña en su libro “Los Rolling Stones y la ciencia”, donde la vida o las canciones de la banda británica son el disparador para internarse en teorías sobre la configuración del sonido, la percepción del color y la dinámica de grupos.
Acaso como demostración de que la ciencia es una disciplina próxima a los fenómenos sociales y a la vida cotidiana, bastan algunas anécdotas sobre el recorrido de la formación liderada por Mick Jagger y Keith Richards para construir un texto desafiante que se anima a cruzar apuntes sobre riffs y acordes notables con los métodos que permiten confirmar o refutar una hipótesis científica.
Blanco, doctor en Biomecánica y guionista de ciclos de divulgación, toma hits de la banda surgida en 1962 para exponer teorías sobre la percepción y el comportamiento social, a la vez que apela a la estadística para desactivar el mito que cifra los 27 años como edad fatídica para los rockstars, una fábula abonada entre otros por la muerte -a esa edad- de Jim Morrison, Kurt Cobain, Janis Joplin o Brian Jones, uno de los fundadores de The Rolling Stones.
“Los mejores trabajos científicos, como las revoluciones culturales, suelen nacer de las fisuras que se encuentran en lo establecido. Ahí es donde, desde el comienzo, golpearon los Rolling Stones”, destaca Blanco, autor también de “Los Beatles y la ciencia”, que al igual que su nuevo texto fue publicado por Siglo XXI Editores.
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