“No podíamos perder”
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2019 | 03:20

Por MARTÍN CABRERA
-Le mentiste a todo el mundo...
-(se ríe) Sí. Les mentí a los periodistas. Me salió de primera mano decirles que no jugaba porque estaba lesionado. No soy de hacerlo, pero se fue dando y me pareció valioso. En la medida que se fue agigantando la duda me empezó a causar gracia. Lo mantuvimos hasta el sábado, cuando hicimos pelota parada y se filtró.
-¿Desde cuándo sabías que ibas a jugar?
-El martes. Pablo (Quatrocchi) me lo dijo en la práctica y desde entonces empezamos a trabajar con ese esquema. Nos sentimos cómodos e hicimos un partido inteligente.
Gastón Fernández no fue la figura de Estudiantes en el clásico, pero sí un actor principal. De sus pies nacieron los mejores momentos del equipo y por él llegó el gol de Lucas Albertengo. Fue clave en el triunfo y su presencia resultó la gran sorpresa en la previa. Su ingreso le dio otra cara a un equipo falto de fútbol y confianza.
“Sentíamos que no podíamos perder. Este equipo tiene orgullo y necesitaba mostrar una imagen fuerte a nuestra gente, que nos venía apoyando y llenó la cancha. Era nuestro partido y, en definitiva, entrenamos toda la semana para ganarlo. Teníamos confianza y seguridad”, continuó en su diálogo antes de retirarse del estadio Ciudad de La Plata, con una sonrisa imposible de disimular. Jugó como para quedarse.
-Es increíble la racha positiva sobre Gimnasia...
-Sí. Tal vez para mucha gente este era el clásico que podíamos perder por cómo veníamos jugando. Tenemos un semestre muy malo. Igual en lo personal nunca sentí que podíamos perder, por lo que dije antes y por el orgullo que tenemos. No podíamos irnos mal de esta cancha. El final de la película no podía ser de otra manera. Lo charlamos, no fue chamuyo, hicimos nuestras charlas grupales que nos dan tanto resultado. Tuvimos premio. El hincha puede pensar que lo ganamos con la camiseta, pero para nada.
-¿Fue el último clásico en este estadio?
-No se sabe. Ojalá que sí y el próximo lo podamos jugar en nuestro estadio. Y que no sea el último mío. Cada clásico tiene una historia diferente y esta vez le regalamos una historia feliz al hincha. De todos modos tenemos que seguir trabajando, no salva el año pero nos da una alegría inmensa.
-Ganaron con un gol de pelota para y el córner lo tiraste vos. ¿Cuántas veces lo entrenaron?
-Parece mentira pero el sábado lo estuvimos ensayando e hicimos un gol idéntico. En esa práctica le pegué muy mal y ese centro fue el único bien que tiré. En el clásico por suerte lo pudimos repetir y me alegro por Lucas (Albertengo), porque es un jugador muy sacrificado, que se entrega al máximo y se merecía el reconocimiento de la gente en el final del partido. Ojalá sea un nuevo punto de partida para él y que la gente lo pueda acompañar mucho más.
-¿Jugaste como para quedarte en Estudiantes?
-No sé. Esperemos hasta junio. No voy ni quiero generar presión, todo lo contrario. Lo que tengo que hacer es mostrarme bien dentro del campo. Ahora viene un entrenador que me conoce y lo conozco. No es ventaja sino un compromiso mayor.
“Tengo 35 años y mucha experiencia, pero siempre necesito un mimo, algo de confianza”
-¿Fue clave la confirmación de Milito para cambiar los ánimos a nivel personal?
-No, no necesitaba que venga Gaby (Milito) para cambiar mi ánimo. A veces uno necesita confianza y Pablo (Quatrocchi) me la dio toda la semana. Entrené tranquilo y con la cabeza limpia. Más allá que tengo 35 años y bastante experiencia, siempre necesito un mimo para poder rendir. Esta semana lo tuve y por suerte salió todo bien.
-¿Estaban muy cansados en el segundo tiempo?
-Se habla mucho de la parte física. Se dice que no nos podemos mover y que hemos trabajado mal. En estos casos muchas veces tiene que ver la parte psicológica y la cancha se hace cuesta arriba. Las piernas pesan mucho más.
-¿Cómo viste la jugada de la expulsión de Faravelli?
-A criterio de Delfino fue una jugada de peligro. Faravelli disputó una pelota con la pierna más alta de lo normal y trato ganarle la posición. Creo que estuvo bien expulsado.
-En la próxima fechas vas a enfrentar a tu amigo Israel Damonte. ¿Vas apostar algo o le vas a decir que vuelva?
-Siempre es una alegría enfrentarlo. Seguramente ya debe estar pensando alguna maldad para mufarnos, porque es bien de los nuestros. Se crió acá y tiene todas las mañas. Pero esta vez no lo vamos a dejar. Se va a tener que cuidar con lo que hace porque él también tiene buena relación con Milito. Tiene prohibido mufarnos.
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