Tres fotos que hablan, inquietan el escenario político platense

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Laura Romoli

lromoli@eldia.com

Tres fotos sacudieron esta semana el escenario político local para sembrar un clima inquietante. Una mostró al peronismo unido; otra, a la Iglesia reunida con una veintena de representantes del empresariado; y la tercera, al gabinete de Julio Garro con algunas ausencias intrigantes. Cada una congela una parte de la película que proyectan los procesos de alineamientos y posiciones de los principales sectores de poder y que tendrá como fin último el resultado electoral del 27 de octubre.

En orden de aparición, la primera foto se tomó el miércoles con motivo de una reunión del consejo provincial del PJ. En la ocasión el peronismo platense sorprendió con una imagen de unidad que a nadie se le pasó por alto y dio qué hablar durante varios días entre propios y ajenos. Fueron de la partida los ex intendentes, en otro tiempo adversarios, Pablo Bruera y Julio Alak, y un importante y heterogéneo grupo de dirigentes con aspiraciones a precandidaturas: la concejal Victoria Tolosa Paz y los diputados Florencia Saintout y Guillermo Escudero; hasta gremialistas y dirigentes de organizaciones sociales que venían formando parte de armados anteriores, hasta quienes se habían alejado y retornaron en las últimas semanas. De este último grupo, se destacaron Federico Martelli y Guillermo Justo Chávez, representando al espacio de Felipe Solá, hasta Gustavo Di Marzio, del Movimiento Evita, y el concejal Miguel Forte, de Camioneros. Todos ellos apuntaron a mostrar la construcción de un espacio que, a pesar de la falta de definiciones a nivel nacional, trabaja para ganar volumen y competir en una PASO que consagre un adversario que le dispute a Cambiemos el poder local.

Sin duda que la foto no cayó en saco vacío, principalmente en el campamento de Cambiemos, donde siguen los gestos del peronismo con minuciosa atención. El viernes Julio Garro llevó a cabo una reunión de gabinete ampliado en la República de los Niños. Allí reaccionó una vez más contra el kirchnerismo y en medio de una arenga motivacional insistió en recordar que al asumir, tres años y medio atrás, encontró un municipio “devastado”. Lo escuchaban legisladores nacionales, provinciales, concejales y funcionarios de todas las líneas, pero del encuentro no se pudo obtener una foto general: poco después de iniciarse el encuentro, tres legisladores monzonistas (integrantes de la pata peronista del gobierno local) abandonaron el salón, disconformes con el lugar que les habían dado para escuchar al Intendente, y exhibiendo que la disputa por los lugares en las listas ya empezó. Otra demostración de esa puja la dio el secretario de Desarrollo Social, Raúl Cadáa. A la hora de tomar la palabra, el radical dejó sembrado el conflicto al recordarle al jefe comunal que la UCR pedirá en la mesa de Cambiemos “ni más ni menos que lo que tiene”: tres concejales.

Entre el cónclave de la oposición y el del oficialismo, otra reunión que se desarrolló en la Ciudad fue seguida con atención por propios y ajenos. De una forma considerada “inédita”, el arzobispo platense, Víctor Fernández, convocó a las cámaras empresarias locales a analizar cuáles son las herramientas que la Región necesita para potenciar el desarrollo industrial y comercial y ser generadora de empleo en el sector privado. Aprovechando la incipiente reactivación del Puerto, la propuesta de monseñor es llevar un requerimiento detallado a la gobernadora, María Eugenia Vidal, que contemple el desarrollo de las obras de conectividad necesarias, entre ellas, la extensión de la ruta 6 y una autovía de cinco kilómetros que una Tec Plata con la Autopista Buenos Aires-La Plata. Sale la Iglesia así a promover el desarrollo de la Región.

 

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