Las tasas tampoco pueden con él

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Las causas de esta nueva disparada del precio del dólar -pegándole otro cachetazo a un peso cada vez más devaluado- son varias, según operadores cambiarios, analistas y economistas. De todos modos no se ponen de acuerdo si son efectos de una economía en recesión o de un año electoral. O ambos a la vez.

El tema es cómo frenarlo. A Hacienda y al Banco Central se le van quemando las recetas para tener la cotización del “verde” estabilizada, más ahora que pasó la barrera de los $40. El retorno a las tasas altas (subieron cerca de un 33% en un poco más de un mes) ya parece que dejó de ser una buena carnada para seducir a las grandes carteras de inversores de que no vayan al dólar.

Ahora la apuesta es esperar los dólares del FMI y el comienzo de las subastas diarias para intentar evitar saltos bruscos en su cotización. También se espera la liquidación de la cosecha, que los productores rurales vienen demorando (¿esperando un dólar más alto?). Ayer tocó un precio récord y le apuntaron a la presión por fin de mes y a la poca oferta en el mercado. “El peso no puede recuperar la confianza hagan lo que hagan”, sentenció, en cambio, un operador cambiario.