Adiós a Bibi Andersson: la musa de Ingmar Bergman

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La actriz sueca Bibi Andersson, recordada protagonista de los dramas cinematográficos de Ingmar Bergman, falleció ayer en Estocolmo, Suecia, a los 83 años, informó la directora y amiga personal de la artista Christina Olofson.

Recordada por protagonizar varios clásicos de Bergman como “El séptimo sello” (1957), “Fresas salvajes” (1957) y “Persona” (1966), la actriz nació el 11 de noviembre de 1935 en Kungsholmen, cerca de Estocolmo, era hija de Karin Mansion, una trabajadora social, y de Josef Andersson, comerciante.

Comenzó a trabajar con el director cuando tenía sólo 15 años, en varios anuncios de la marca de jabón sueca “Bris” dirigidos por Bergman; y debutó en el cine con “La señorita Julia” (1951), en un papel no acreditado junto a Liv Ullmann, Ingrid Thulin y Harriet Andersson, el núcleo de actrices favoritas de Ingmar Bergman en su época de oro.

Con el director sueco rodó “Sonrisas de una noche de verano” (1955), “El séptimo sello” (1956), “Tres almas desnudas” y “Cuando huye el día” (1957), “El mago” (1958), “El ojo del diablo” (1960), “Ni hablar de las mujeres” (1964, primer filme en colores del cineasta), “Persona” (1966), “La pasión de Anna” (1969), “El toque” (1971) y “Escenas de la vida conyugal” (1973).

La actriz sueca también filmó con directores como John Huston y Robert Altman, en una larga filmografía que, incluso, la trajo por nuestro país: en Argentina filmó “Pobre mariposa” (1986, de Raúl De la Torre), con Graciela Borges y Lautaro Murúa, y “Los dueños del silencio” (1987, de Carlos Lemos), con Arturo Bonín. A finales de la década de 1980, Andersson centró su carrera en la televisión y en el teatro, donde volvió a colaborar varias veces con Bergman. Bibi Andersson había sufrido un derrame cerebral en 2009 que la obligó a permanecer internada desde entonces.

 

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