Fútbol atado con alambre

Sigue la incertidumbre respecto a los descensos y no está definido el reparto del dinero. La Superliga aún no puede ser previsible

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El fútbol argentino se resiste a crecer. No puede. Hace un par de años que ha intentado sumarse a la elite, con un formato diferente y con la firme intención de dejar atrás un reciente pasado poco claro en varios de sus aspectos tradicionales. No puede.

La Superliga Argentina de Fútbol está a tres días de iniciarse. 24 equipos buscarán dos títulos (uno por el torneo y otro por la copa), definir los descensos y las clasificaciones a las competencias internacionales. Pero a esta hora no hay nada aprobado, más allá del reciente acuerdo de palabra de dejar en tres los equipos que bajarán a la B Nacional y el compromiso que en 2023/24 haya 20 equipos en Primera. Se firmaría mañana.

La disputa de los torneos ya había sido tratada hace varios meses. Primero la Superliga se iba a jugar de julio a diciembre y una Copa de enero a abril. Pero tras semanas de charlas con la TV, el torneo terminará en 2020 y la segunda competencia comenzará en marzo, con dos zonas de 12 equipos cada una. La Superliga había llegado para aportar previsibilidad, algo que aun no pudo.

El reparto de la TV todavía no fue definido. El de la temporada pasada (50% en partes iguales, 25% por posición en la tabla y el restante 25% por mérito deportivo histórico) trajo mucha polémica. Todavía no se especificó cómo será para la temporada que ¡comenzará en tres días! Increíble.

LA ROSCA POR QUITAR LOS PROMEDIOS

Si hay un punto que pone los pelos de punta a los dirigentes e hinchas de los clubes es el descenso. Y como en el torneo que está a punto de comenzar hay varios de peso, los puntos se empezaron a jugar antes.

En las últimas horas surgió una propuesta alternativa, que contempla tres descensos durante cuatro años. Fuentes consultadas aseguraron que existe un consenso general para aprobar esta propuesta, a diferencia de lo sucedido con las anteriores. La TV, incluso, ya habría dado el ok, porque en 2023/24 quedarán sólo 20 equipos, dos menos de lo previsto originalmente.

El primer intento fue eliminar los descensos por un año. Fracasó. Luego que sean sólo dos los que pierdan la categoría. Tampoco prosperó. La semana pasada se buscó, sin suerte, que dos descensos sean por promedio y otros dos por tabla acumulada. Ahora, a 72 horas del comienzo, parece que esta moción será la que se firme.

El miércoles pasado, el Comité Ejecutivo de la Superliga no pudo reunirse por falta de quórum, al ausentarse los representantes de los once clubes que pedían un sistema mixto para determinar los descensos de los equipos que bajarán a la Primera B Nacional.

Ese grupo “rebelde” estuvo integrado por Lanús, Banfield, Colón; Estudiantes, Gimnasia, Rosario Central, Newell’s, Argentinos y Patronato y los ascendidos Arsenal y Central Córdoba de Santiago del Estero.

Para que el Ejecutivo se viera impedida de funcionar la semana pasada, Aldosivi se ausentó con aviso y todavía no expresó su postura.

Los doce clubes que estaban listos para sesionar eran Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo, Atlético Tucumán, Defensa y Justicia, Unión, Vélez, Huracán, Talleres (C) y Godoy Cruz.

“Si para este miércoles no se puede sesionar el torneo empezará igual, con el reglamento que se aprobó por Mesa Directiva hace un mes. No es lo ideal, pero es una realidad”, contó una fuente consultada por este medio, abriendo el peor de los escenarios ya que ¿los equipos que desciendan van a aceptarlo teniendo en cuenta que el reglamento no fue aprobado por los 24 equipos participantes? Por eso mañana por todos los medios se buscará su aprobación.

La Mesa Directiva de la Superliga está formada por Mariano Elizondo, presidente; Jorge Brito, vicepresidente primero (River); Matías Lammens, vicepresidente segundo (San Lorenzo); Carlos Montaña, secretario (Independiente); Matías Ahumada, tesorero (Boca Juniors); Mario Leito, vocal (Atlético Tucumán); José Lemme, vocal (Defensa y Justicia); y Christian Devia, vocal (Racing).

EL FAMOSO FAIR PLAY DEPORTIVO

El otro punto en discusión, que está por fuera del reglamento de competición, es la modificación de los artículos 95 (deudas con el plantel) y 97 (contratos de jugadores profesionales) del Reglamento de Licencias.

En estos artículos se ampararon las sanciones que recibieron San Lorenzo y Huracán, modificadas luego por el Tribunal de Apelaciones. Tanto el Globo como el Ciclón habían sido sancionados por el comité de disciplina de Superliga con la reducción de seis puntos y la prohibición de registrar nuevos contratos de jugadores, pero ese castigo quedó en suspenso y sólo se decretó el pago de una multa económica del valor de 10.000 entradas generales en cada caso.

Para evitar la quita de puntos, los clubes deberán certificar -a través de una empresa auditora designada por la Superliga- antes del 15 de agosto que “todos los compromisos establecidos en los contratos de la totalidad de los jugadores de su plantel profesional para la temporada 2018-2019 han sido cancelados”.

Superliga nueva, con más y mejores sponsors, pero con viejos y nuevos problemas. El fútbol se resiste a modificarse. No avanza.

 

20
equipos quedarán en Primera en 2023. Así la TV podrá cumplir un objetivo que parecía lejano, ya que el reglamento hasta hace una semana contemplaba 22 equipos en Primera. Igual, si pasaron tantas cosas en 50 días, en tres años...

 

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