Vidal apuntaló a Macri y pidió “un voto valiente” a los bonaerenses
Edición Impresa | 8 de Agosto de 2019 | 23:08

Por MARIANO SPEZZAPRIA
Pese a que compartió cartelera con Mauricio Macri, fue la gobernadora María Eugenia Vidal quien protagonizó anoche el acto de cierre de campaña del oficialismo. De hecho, el Presidente basó su última incursión proselitista antes de las PASO en un extenso elogio a la mandataria provincial, a quien calificó como “una leona que no arruga nunca”.
La propia Vidal había pronunciado minutos antes un discurso de tono emotivo, en el que transmitió un pedido personal a los bonaerenses para que la voten el domingo. “Les tengo que pedir que me sigan sosteniendo la mano, como lo hicieron estos tres años y medio; ahora los necesito”, imploró la Gobernadora.
Macri y Vidal actuaron como una dupla aceitada, que no improvisa y se ciñe al libreto de los estrategas de Juntos por el Cambio. Pero lo que agregaron anoche el Presidente y la Gobernadora –desde un escenario montado en una cancha de básquet de un club de Vicente López, al norte del Gran Buenos Aires- fue el condimento de la emoción.
Tanto es así, que Macri se largó a llorar treinta segundos después de salir a escena. “Tal vez estoy más sensible porque es el día del gato”, bromeó, al referirse al apodo que le puso el kirchnerismo. Y enseguida se puso a hablar sobre Vidal: “Cuando está convencida, es como una topadora”, enfatizó.
El ensalzamiento de la figura de Vidal en el último día de campaña hacia las PASO responde a la necesidad del presidente Macri de mejorar su performance en la Provincia, donde de acuerdo a las encuestas de intención de voto, reúne menos apoyo que la Gobernadora. Al revés, Vidal necesita que Macri no la arrastre para no quedar relegada de cara a las elecciones de octubre.
Por eso, la mandataria provincial buscó apuntalar al Presidente: “Acá no soy sólo yo, sino también otro bonaerense que nos apoyó mucho estos años”, afirmó Vidal al recordar la procedencia de Macri, que pasó los primeros años de su vida en Tandil.
En un discurso de 17 minutos, que dirigió sobre todo a las cámaras de televisión, Vidal recordó que en 2015 los bonaerenses emitieron un “voto valiente” y pidió que lo vuelvan a hacer. “Estoy acá porque quiero dar las peleas que nadie se animó a dar para que vivamos mejor”, dijo y enganchó esa idea con “el combate a las mafias y a los narcos” que atribuyó a su gestión.
“Mi corazón está en la Provincia”, aseguró la Gobernadora y enumeró algunas políticas de su administración, como las obras para evitar inundaciones, la implementación del SAME en los distritos del Conurbano, el descenso de la mortalidad infantil y lo que denominó como una “revolución silenciosa”, el millón de bonaerenses que –aseguró- volvieron a estudiar.
Por su parte, Macri apuntó directamente al Conurbano, el territorio en el que peor conceptuada está su gestión en el aspecto económico. “Sabemos del esfuerzo que están haciendo. Y también que debieron soportar muchos años de mentira y resignación”, se dirigió el Presidente a los habitantes del Gran Buenos Aires, de incidencia mayoritaria en el electorado provincial.
Macri también caracterizó a la provincia de Buenos Aires como “el perfecto ejemplo del abandono”, a su juicio el estado en el que quedaron los bonaerenses como “producto del accionar de las mafias y la corrupción”. El Presidente no acusó a nadie específicamente, pero a los presentes en el acto les quedó claro que se estaba refiriendo a los 28 años de gobierno peronista en la Provincia.
“Tal vez estoy más sensible porque es el día del gato” dijo el jefe de Estado llorando
Como contrapartida, el mandatario dijo que la alianza oficialista –ahora Juntos por el Cambio- implementa una “política sana”, con “respeto al que piensa distinto”. Al diferenciarse del kirchnerismo, Macri sostuvo además que desde el domingo comenzará a definirse “si los argentinos vamos hacia el futuro o volvemos al pasado”.
Antes del cierre de Macri y Vidal, habían hablado el vicegobernador Daniel Salvador; el ministro de Seguridad y precandidato a diputado nacional Cristian Ritondo y el intendente de Vicente López, Jorge Macri, quien ofició de anfitrión del encuentro.
En la platea estuvieron sentados el compañero de fórmula de Macri, Miguel Pichetto; el alcalde porteño Rodríguez Larreta; el candidato a senador Martín Lousteau y parte de los gabinetes nacional y bonaerense. Además, fueron de la partida los intendentes Néstor Grindetti (Lanús) y Nicolás Ducoté (Pilar). Y los precandidatos a diputados María Luján Rey, Miguel Bazze y Silvia Lospennato. Jorge Macri admitió que “el momento no es el mejor”, pero advirtió que “vamos por el camino correcto”. Y se ganó una ovación cuando sostuvo que para mantener ese camino hay que votar “por la leona y el gatito”.
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