Una obra paralizada que atemoriza a todo un barrio
Edición Impresa | 31 de Enero de 2020 | 02:42

Presos del miedo, vecinos de calle 17, entre 62 y 63, volvieron a reclamar por un edificio en obra de esa cuadra que, aseguran, lleva casi una década de abandono.
Según relataron, el tapiado vulnerable de la construcción facilita el constante ingreso de usurpadores que ponen en vilo al barrio: “Sufrimos robos al paso por la vereda”, describieron los frentistas.
Ya la semana pasada, este diario informó sobre el ingreso de unas 20 personas al predio, al que entraron luego de romper una valla.
Incluso, los vecinos contaron que dentro del inmueble, de unos diez pisos, hay maderas abandonadas “que los ocupantes utilizan para encender fuego, generando riesgos de incendios”. Además, describieron que los usurpadores rompieron la llave de paso de agua corriente, presuntamente para obtener el suministro en forma precaria.
Acumulación de basura, aparición de alimañas, olores nauseabundos, pastizales y oscuridad total tanto dentro de la obra como en la vereda en la que se emplaza completan el cuadro que atemoriza a los habitantes de la zona.
“Somos víctimas permanentes de inseguridad”, sostuvieron los frentistas, que prefirieron mantener sus nombres en el anonimato por temor a represalias.
Por esto, aseguraron, ya han realizado reiteradas llamadas al 911, aunque “sin respuestas”. También, iniciaron actuaciones en la UFI Nº 11, mientras que la semana pasada se dirigieron a la Comisaría 5º, donde se les comunicó que deben dar con el propietario de la obra. “Eso nos ayudaría a resolver este problema que no sólo afecta nuestra seguridad sino nuestras emociones, con falta de horas de descanso por permanecer alertas a ruidos y movimientos, como también por el temor a dejar las viviendas solas, aunque más no sea por breves lapsos”, alertaron los denunciantes.
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