Tensión y cruces en el PRO tras los reproches de Macri al ala “filoperonista” de su gobierno

El expresidente apuntó a Monzó y a Frigerio y le salieron a responder: “La estrategia política la definía Marcos Peña”

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La reaparición pública de Mauricio Macri en la que se lamentó por haber dejado la negociación política durante su Gobierno en el ala “filoperonista” de su espacio, reavivó ayer las diferencias con el sector que encabezan Emilio Monzó y Rogelio Frigerio.

Tras la crítica de Macri, el diputado Sebastián García de Luca (Juntos por el Cambio) fue el elegido para responder por sus dos jefes políticos. El legislador aseguró que gracias a Frigerio y Monzó se pudo “construir gobernabilidad” en los cuatro años de gestión de Cambiemos y recordó que “la estrategia política se definía en la Jefatura de Gabinete”, en un tiro por elevación a Marcos Peña, siempre señalado por los dialoguistas de PRO como el más reacio a ampliar la coalición.

Con tono autocrítico -dijo que no estuvo “a la altura” de lo esperado- y cuestionamientos a la vicepresidenta Cristina Kirchner-, Macri cargó las tintas contra sus negociadores políticos en un entrevista.

“Nunca debí haber delegado la negociación política y yo la delegué en mi ala más política, con filo-peronistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores”, fue la frase de la discordia, pronunciada por Macri.

El conductor de las negociaciones en la Cámara de Diputados era su titular, Emilio Monzó, y el negociador con los gobernadores era Frigerio, entonces ministro del Interior. Aunque Macri no los mencionó, ni propios ni ajenos dudan que los negociadores “filoperonistas” del Presidente fueron ellos.

“No es excusa, debería haber puesto el foco ahí porque se jugaba mucho con el poder convencer y nosotros nunca llegamos a los acuerdos que necesitábamos para transformar a la Argentina”, agregó Macri, que así pareció aceptar que la falla central estuvo en la construcción política, paradójicamente una crítica que Monzó y Frigerio hicieron desde apenas iniciada la gestión.

En sectores del PRO interpretan que las afirmaciones de Macri se tratan de un “vuelto” por las declaraciones de Monzó de hace unos meses cuando planteó que tanto el expresidente como Cristina Kirchner deberían dar un paso al costado. “Nunca le perdonó que dijera semejante cosa”, señalaban ayer. “Tampoco le perdonó que le dijera que no debía ser candidato a la reelección”, añadieron

El grupo de Monzó y Frigerio comenzó un alejamiento de Macri y del ala dura del PRO apenas concluyó la gestión; en cambio se acercó al área de los “moderados”, que encabezan el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la ex gobernadora María Eugenia Vidal y el senador radical Martín Lousteau.

“No le debe haber gustado que Monzó le pidiera que se corra de la escena político electoral, se comporte como un expresidente y aliente la construcción de una nueva generación”, analizaban ayer cerca del ex titular de Diputados.

El tema no se tocó ayer en el encuentro virtual que cada semana mantiene la cúpula de Juntos por el Cambio, una prueba más de que se trata de una cuestión espinosa y no hay una mirada compartida.

Desde el PRO, en cambio, defendieron al ex mandatario y sostuvieron que sus declaraciones fueron mucho más una autocrítica que un reproche.

“Macri reconoció que no debió desentenderse de la construcción política. No fue un reproche a nadie más que a sí mismo”, dijo una fuente muy cercana al fundador de PRO con idea de bajarle el tono a la polémica.

“Gracias a Monzó y Frigerio logramos tener las leyes más importantes y construir gobernabilidad durante los cuatro años de gobierno con enorme minoría legislativa y estructura política”, respondió el diputado De Luca.

“También Rogelio y Emilio lograron convencer a (Miguel Angel) Pichetto para que sea el compañero de fórmula en la última elección”, recordó.

“El aumento de tarifas, el cambio de fórmula jubilatoria y tantas medidas tomadas en los cuatro años no fueron ideas de Emilio o Rogelio. Sin embargo, ambos se pusieron al frente de las negociaciones siempre con mucho compromiso y responsabilidad”, siguió su relato.

“La gestión y la estrategia política se definía en la Jefatura de Gabinete, sus ojos y oídos como Macri definió. No éramos nosotros quienes tomábamos esas decisiones, si participábamos desde nuestro rol lógico al que le dedicamos nuestra vida completa”, concluyó el delfín de Frigerio en una clara referencia a Marcos Peña.

“No le debe haber gustado que Monzó le pidiera que se corra de la escena político electoral y se comporte como un expresidente”

 

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