Para el Gobierno, el nuevo “banderazo” fue político: “No son la gente, no son todos”

El jefe de Gabinete le apuntó a Juntos por el Cambio. El Presidente prefirió criticar muy duro a su antecesor, Macri

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El oficialismo apuntó a Juntos por el Cambio (JxC) como motor de las protestas opositoras realizadas el lunes en varios puntos del país y consideró que esa coalición liderada por Mauricio Macri busca “reducir la política a los discursos del rencor y del odio” y “montarse” sobre la pandemia de coronavirus para convocar a un sector de la población desde el “hartazgo”.

“Creemos en el derecho a manifestarse; es parte de la democracia. Pero también hay que aceptar la diversidad; no son la gente, no son todos, no son el pueblo; la Argentina es mucho más diversa”, aseguró el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en declaraciones radiales.

“Están identificados con un partido político que no acepta que perdió las elecciones hace un año”, reflexionó el funcionario y advirtió que el Gobierno no cambiará su agenda de prioridades.

El presidente Alberto Fernández, sin embargo, no se refirió a las protestas, pero sí al período de mandato de Macri y definió esos cuatro años de gestión como “la metáfora del olvido” porque, dijo, fue “un tiempo en el que el Gobierno se olvidó de la gente y eso es imperdonable”.

“La mentira fue una constante en esos cuatro años”, advirtió el Presidente, al participar de un acto en el que se anunciaron inversiones en la Refinería Raízen, en la ciudad bonaerense de Avellaneda.

Cafiero, en tanto, evaluó que Macri tiene una “lectura ridícula” de su derrota electoral en el 2019, en alusión a que en un reportaje que concedió a TN, el exmandatario responsabilizó -en parte- al ala “filoperonista” de JxC por haber perdido en los comicios del año pasado.

Además, Cafiero alertó sobre el riesgo de la multiplicación de contagios que implican este tipo de concentraciones y evaluó que deberían “encontrar otro método (para protestar)” porque, de esta forma, habrá consecuencias en el registro de casos de coronavirus.

Con el mismo enfoque, ayer se pronunciaron funcionarios y legisladores del oficialismo que, entre otros conceptos, juzgaron que los discursos de Macri y de un sector de JxC son “peligrosos” porque apelan al “rencor y al odio” y buscan “desestabilizar la democracia”.

El ministro de Defensa, Agustín Rossi, afirmó que los manifestantes “no están buscando muchos acuerdos o consensos” y consideró “peligroso” el mensaje de Macri. “Tiene lugares comunes que se pueden encontrar en cualquier proclama de ruptura institucional desde 1930”, advirtió Rossi.

Macri elogió las manifestaciones a través de su cuenta de Twitter, celebró el “coraje y la convicción” de los participantes y pronosticó que por ello hay “que ser muy optimistas” sobre el futuro.

No obstante, más tarde, en su primera entrevista desde su salida del Gobierno, cuestionó las protestas frente al domicilio de la vicepresidenta Cristina Kirchner porque, dijo, “no era el lugar para convocarse a manifestar”.

Mientras, el bloque de senadores del Frente de Todos emitió un documento en el que rechazó la convocatoria a protestar frente al departamento de Fernández de Kirchner y responsabilizó por ello a “los medios de comunicación hegemónicos”.

“No hay duda de que hay una oposición que trata de montarse en esta crisis (por la pandemia) convocando al hartazgo”, reflexionó por su parte el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, en una entrevista radial.

Consideró que JxC apuesta a que, “radicalizando el discurso tendrá un grupo duro que les responda”, pero -advirtió- “la campaña empieza el año que viene y hoy la gente está preocupada por otra cosa”.

Además, Katopodis mencionó que las protestas pudieron materializarse gracias a que “no colapsó el sistema de salud y no hubo muertos en los pasillos de los hospitales”.

 

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