Gimnasia ganó con fútbol, garra y corazón, como “D10s” manda...

En el primer tiempo jugó y sacó la ventaja; en el segundo, lo hizo con el cuchillo entre los dientes. Y logró el gran desahogo

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Por WALTER EPÍSCOPO

wepiscopo@eldia.com

Difícil de explicar lo que sucedió ayer en el “José Amalfitani”, por que Gimnasia ganó un partido de esos que se recordarán por mucho tiempo. La carga emotiva era muy grande, más allá que debía ganar para seguir soñando con clasificar arriba. Por la muerte de Diego Maradona, por la ida de Sebastián Méndez, y tener el corazón destrozado. Pero el grupo lo hizo. Fue y ganó 1 a 0 en Liniers y por eso el Lobo anoche se fue a dormir siendo puntero en su Zona, y dependiendo de si mismo al tener que recibir a Huracán en el Bosque el viernes que viene.

Pero en el atardecer de Villa Luro, un tremendo cabezazo de Maximiliano Coronel en el primer tiempo, le dio el triunfo al equipo dirigido por la dupla integrada por Mariano Messera y Leandro Martini, que tuvo mucho orden.

Pero le costó unos minutos meterse en partido a Gimnasia después de la emoción del homenaje a Diego, de secarse los ojos húmedos y tragar saliva. Los Ricardos, Alvarez y Centurión, parecía que se adueñaban de la pelota y arriba Tarragona y Ramis complicaban. El local dominaba territorio y pelota.

Pero el Lobo se fue acomodando y metiendo en juego. Goltz se hizo patrón atrás, Víctor Ayala se adueñó de la pelota en el medio. josé Paradela apareció en los primeros tiempos con todas las luces. La pisó, tiró caños, habilitó compañeros y se mostró dinámico.

 

 

Vélez tenía la pelota, Gimnasia jugaba rápido. Y se empezaron a juntar Paradela, Ramírez y el Caco, para que empezara a sufrir el Fortín. A los 8 minutos hubo un buen encuentro entre Ramírez y Paradela en la puerta del área, y éste último sacó un remate que se fue cerca del palo izquierdo.

Contestaría el equipo de Pellegrino. Tras un tiro libre de Ricky Alvarez adentro del área, la pelota le quedó a Ramis quien pateó, y la pelota dio en la base del poste izquierdo de Broun.

Ya la etapa inicial la empezaba a dominar el Lobo que era práctico y llegaba rápido al área velezana. También los Triperos se dieron cuenta que el negocio era presionar arriba a una defensa que no daba seguridad cuando salía jugando.

Y sobre los 21 minutos llegó el grito sagrado. Córner desde la derecha del paraguayo Ayala bien pasado, que encontró a Maxi Coronel metiendo un frentazo brutal. El juvenil arquerito Borgogno (debutó ayer en Primera) la tocó, pero la pelota dio en el palo y entró, decretándose el 1-0. El grito de gol y el desahogo mirando al cielo...

Mancilla cortaba en el medio y Ayala manejaba los hilos. El lobo nunca pasó sobresaltos hasta el final de la etapa inicial y fue justificando la diferencia.

Paradela estaba muy metido. Con su tranco largo dejó en el camino al lateral derecho De la Fuente, sacó un centro al primer palo que no alcanzó a conectar bien Melluso en el primer palo, y el “uno” local se quedó con la pelota.

Pasando los 30 minutos el partido era definitivamente Mens Sana. De mitad de cancha hacia arriba lastimaba el equipo de la “dupla” Messera-Martini.

Carbonero se hizo de la pelota y jugó rápido para la Perla Ramírez que picó en diagonal, el atacante se hizo de la pelota, enganchó y sacó un remate que salió cerca del palo derecho.

Vélez no podía conectar y Gimnasia no pasaba sobresaltos, y prácticamente se fue al descanso sintiendo que si aceleraba un poco más, llegaba el segundo.

Para el complemento Pellegrino metió cambios buscando juego y lo consiguió con Janson y Ortega. Y antes de los 5 minutos, Ricky Alvarez quedó en posición de gol, cara a cara con Fatura, pero tardó una eternidad en definir, y cuando iba a fusilar a Broun, de atrás como un fantasma apareció Melluso para quitarla y la pelota quedó mansamente en las manos del “uno” gimnasista.

Vélez empezó a tener más juego, pero el Lobo se mostraba firme atrás. Para los 20 minutos, Pellegrino se olvidó de la revancha que se viene de la Copa Sudamericana y siguió metiendo titulares. Por eso fueron Thiago Amada y Fede Mancuello. El partido se hizo más friccionado y en un par de minutos vieron la amarilla Goltz y Melluso, el local también tenía lo suyo con Pittón y Ortega.

Ya por los 30 minutos el local ya tenía a Lucero adentro también y presionaba sobre el arco de Broun, pero el conjunto Tripero resistía parado en tres cuarto de su terreno.

Gimnasia ya no era tan vertical. Carbonero y Paradela ya no salían rápido, y por eso ingresaron Tijanovich y Alemán, para correr uno y tener la pelota otro.

Vélez era claro dominador. El local iba y Gimnasia resistía y esperaba alguna contra. Ramírez salió fundido y el Tanque Contín entró para pelear arriba. El gol por momentos merodeó el arco de Vélez con algún remate desde lejos que encontró bien parado a Borgogno.

Esos minutos finales Gimnasia jugó con el cuchillo entre los dientes. Los minutos corrían, Vélez se impacientaba por que no encontraba los caminos. Gimnasia era un bloque sólido atrás.

Más allá de los eternos 5 minutos de descuento, se veía que el Fortín no iba a poder vencer a Broun. El final fue una explosión en el campo de juego. Abrazos, emoción, el recuerdo para Diego de los futbolistas, cuerpo técnicos y colaboradores.

Gimnasia cuando tuvo que jugar, jugó, como en el primer tiempo, y fue superior a Vélez; en el segundo, cuando tuvo que meter y correr hasta no dar más jugar, jugar con la cabeza fría y el corazón caliente, lo hizo también. Como “D10s” manda.

 

 

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