¿Hacia el fin de los regímenes especiales de retiro?

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Mariano Spezzapria

@mnspezzapria

En medio del debate legislativo por la modificación del sistema de jubilaciones de jueces y diplomáticos, cobró cuerpo ayer una incipiente discusión paralela sobre la presunta intención del Gobierno de dar de baja todos los regímenes especiales. Sobre todo, cuando el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, alentó la creación de “fondos compensadores” por rama de actividad para que algunos sectores tengan mejores ingresos previsionales.

El titular de la cartera laboral mencionó ante los diputados que otros regímenes especiales como los de los docentes, los investigadores científicos, los profesores universitarios y el personal de Luz y Fuerza. A su vez, la legisladora de izquierda Romina del Plá recordó que también tienen sus propios sistemas previsionales los trabajadores de la construcción y los de la industria del hielo, entre otros. “Especial no es igual a privilegio”, advirtió la diputada.

Si bien los referentes oficialistas en el plenario de comisiones minimizaron el asunto, la referencia de Moroni a los fondos compensadores no dejó de llamar la atención. En el caso del régimen que abarca a jueces, fiscales y personal superior de la Justicia, tiene actualmente 17.000 aportantes y 6.400 beneficios, lo cual da una tasa de 2,24 activos por cada pasivo.

Según el presidente del Consejo de la Magistratura, Alberto Lugones, el régimen se solventa a sí mismo.

Pero hay otros datos que no deben pasar inadvertidos. Uno de ellos resulta elocuente: sólo el 28 por ciento de los jueces se retira a los 60 años, con lo cual sigue ejerciendo la magistratura al menos hasta los 75, una edad a partir de la cual se necesita el acuerdo del Senado. La presencia de jueces veteranos es una necesidad porque el 25 por ciento de los juzgados están vacantes, debido a la demora en la designación de magistrados.

Entre los fiscales, en tanto, existen 335 cargos en todo el país, de los cuales 115 se encuentran vacantes, precisó ayer el fiscal federal Carlos Rívolo, con asiento en los tribunales de Comodoro Py.

En el fondo del debate, quedó expresado ayer el malestar del oficialismo con jueces y fiscales que tuvieron a mal traer a dirigentes peronistas –algunos siguen presos- en los últimos años; y la necesidad de la oposición de defenderlos, aunque no al punto de quedar pegada a la defensa de las “jubilaciones de privilegio”.

En tanto que, según pudo constatar este diario en el Congreso, tanto el oficialismo como la oposición coinciden en el rechazo a la negativa de los jueces de pagar el Impuesto a las Ganancias, pero eso es por ahora harina de otro costal.

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