Con uno menos, River le ganó a Central Córdoba y dio otro paso camino al título que le falta
Edición Impresa | 3 de Febrero de 2020 | 02:49

Por más que Central Córdoba de Santiago del Estero lo complicó más de lo imaginado, y que desde los 13 minutos debió jugar con uno menos por la increíble expulsión de Paulo Díaz, River terminó encontrando el camino de una victoria que le permite continuar primero en la tabla de posiciones, con todo a favor para gritar campeón, en la competencia donde está enfocado el equipo de Nuñez.
River llegó a la fecha 18 del campeonato oficial de Primera, la Superliga, con el antecedente de sendas derrotas en las últimas dos presentaciones como local: contra Rosario Central y San Lorenzo. Por eso mismo, y considerando los partidos contra Independiente y Godoy Cruz, tras el reinicio de la competencia, se esperaba un comienzo a full. Pero nada que ver, Central Córdoba se hizo cargo de la pelota y postergó a los Millonarios a un segundo plano.
Se le complicó más todavía el panorama al equipo de Marcelo Gallardo cuando a los 13 minutos, el chileno Paulo Díaz tuvo una reacción insólita: le pegó sin pelota a Gervasio Nuñez, y eso le costó una lógica expulsión de Néstor Pitana. Con todo en contra, River debió rearmarse sobre la marcha para cambiar un cuadro de situación tan adverso como inesperado. Y lo hizo: por méritos propios y porque el rival, con mayor ventaja, no pudo mantener el nivel de juego.
No hubo variantes a raíz de la tarjeta roja a Díaz, porque lo que modificó River fue su modo de juego. Dejó a un lado su propósito de mover la pelota en la franja central. Se transformó en un equipo más directo, que salteó la línea media para dejar a la dupla Suárez-Borré mano a mano con los marcadores. Y en la última jugada del primer tiempo, ya en el descuento, una pelota recuperada en la mitad del terreno, desembocó en una corrida por la izquierda, con centro cruzado que aprovechó Rafael Santos Borré entrando por el segundo palo.
A partir de la seguridad que mostró el paraguayo Robert Rojas en el fondo, el despliegue general y la capacidad de Matías Suárez para moverse en los metros finales de la cancha, River extendió en el segundo tiempo la superioridad expuesta en el tramo final de la etapa anterior. De ese modo justificó el gol de ventaja frente a un rival a cuyas buenas intenciones carecieron de jerarquía en la definición.
Un exquisito zurdazo en el travesaño de Matías Suárez, que hizo viajar la pelota por sobre el cuerpo de Diego Rodríguez, y otro pelotazo del cordobés de La Falda, que explotó en un palo, pudieron aumentar la distancia en el marcador de un partido que sumó a Leonardo Ponzio, en lugar del agotado Enzo Pérez, y a Ignacio Scocco, por el dolorido Borré.
A propósito del santafesino de Hughes: cuando se jugaba el primer minuto de descuento, hizo pasar de largo a Marcelo Meli, el marcador que lo cruzó, dejó sin chance al arquero y definió de zurda. Un golazo.
La ovación que bajó para Scocco se extendió a todo el equipo, porque el 2-0 le ponía punto final al partido que River tenía que ganar para mantener, al menos, la distancia que tenía sobre el resto antes de comenzar la fecha. Ese que a cinco fechas del cierre, parece tenerlo camino al título.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE