Confirman que el cura expulsado de la Iglesia cometió abusos sexuales

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El Instituto Miles Christi hizo público ayer un comunicado que confirma que la dimisión de estado clerical dispuesta por el Vaticano contra su fundador, el sacerdote Roberto Juan Yannuzzi, se debió a abusos sexuales cometidos por él en perjuicio de adultos que formaban parte de su congregación.

Si bien la primera información sobre el caso difundida el lunes por el Arzobispado de La Plata indicaba que Yannuzzi había sido expulsado de la Iglesia por “delitos contra el sexto mandamiento” (que dicta “No cometerás actos impuros”) hasta ayer no existían precisiones oficiales acerca del tipo de “acto impuro” por el que se había dispuesto la dimisión de su estado clerical.

“Queremos informar a la comunidad que el Santo Padre ha dispuesto la dimisión del estado clerical al sacerdote Roberto Juan Yannuzzi, culminando así el correspondiente proceso canónico iniciado en 2016. El proceso fue iniciado por las mismas autoridades del Instituto religioso, quienes informaron oportunamente las irregularidades, abusos de autoridad y abusos sexuales con adultos cometidos por Yannuzzi a la autoridad competente, el Arzobispado de La Plata, que a su vez informó a la Santa Sede”, explica el comunicado difundido ayer.

“Después de una rigurosa y exhaustiva investigación y recogidos los testimonios pertinentes, las nuevas autoridades de Miles Christi, junto con el Arzobispo de La Plata, llevaron adelante el proceso de expulsión de Yannuzzi del Instituto religioso, proceso que la Santa Sede tomó directamente a su cargo y llegó al presente dictamen”, agrega el texto más adelante.

“Todos los religiosos y autoridades de Miles Christi lamentan profundamente los hechos cometidos por su ex Superior General y, desde el primer momento, acompañan a los afectados, procurándoles toda la asistencia material y espiritual necesaria para sobrellevar esta dolorosa situación”, señalan finalmente en el comunicado los nuevos referentes de la institución.

La dimisión del estado clerical constituye una de los mayores castigos que aplica la Iglesia a sus miembros. No sólo implica la prohibición permanente de ejercer los derechos propios de los sacerdotes (como celebrar misa, oír confesiones y administrar los demás sacramentos) sino además la pérdida del derecho a ser sostenido por la Iglesia y ser llamado “padre” o “monseñor”.

Aunque la sanción dispuesta contra Yannuzzi se circunscribe por ahora al ámbito de la Iglesia, éste podría afrontar eventualmente una condena penal. Como explicaron ayer especialistas en Derecho Procesal, por tratarse el abuso sexual entre adultos de un delito de acción privada se requiere que las víctimas denuncien los hechos sufridos (algo que hasta ahora no habría ocurrido) para que se inicie un proceso penal.

 

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