Con una suba del 30% y quejas contra “los ilegales”, vuelven a las calles los transportes escolares

El valor del “ida y vuelta” varía según la distancia y el colegio, pero suele oscilar entre $3.000 y $4.000. El impacto en la demanda

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Arrancan las clases y en el listado de gastos para enviar a los niños y niñas a la escuela muchas familias anotan “transporte escolar”. No les queda opción. Los horarios de trabajo de los mayores y los de los colegios raramente coinciden y las combis se vuelven indispensables. ¿Aumentó el servicio? Sí, como todo. Pero, de acuerdo a los responsables de brindarlo, muy por debajo de la inflación: entre un 25 y un 30 por ciento promedio respecto del ciclo lectivo 2019.

Desde el sector indicaron que el valor de la “ida y vuelta” oscila entre los 3.000 y los 4.000 pesos de acuerdo al colegio. La distancia a recorrer está en la base del precio.

Ese valor baja fuertemente en caso de que se sume un hermano o hermana. O dos.

“En promedio, el año pasado se cobraba 2.500 pesos por alumno, y ahora se cobrará alrededor de un 30 por ciento más”, puntualizaron en la entidad.

Desde la Asociación de Transporte Bonaerense y Afines (ATBA)resaltaron que “entendemos perfectamente que la gente está en una situación complicada, como todos. Es así que decidimos mantenernos en una franja de precios razonables”, añadieron.

Es que, no para pocos, el transporte escolar “se convirtió en un lujo. Así, hay padres que se juntan y se turnan para llevar a los chicos. A veces en algún vehículo y otras en colectivo”.

¿Entonces bajó la demanda? “Sí, bajó. Estamos expectantes. Confiados en que, de a poco, la cosa mejore”, apuntaron en la asociación, para resaltar que “el transporte ilegal” y la “total falta de contralor por parte de las autoridades municipales es una competencia desleal que, sumada al momento crítico que vive el país, se potencia”.

“Hemos enviado varias notas solicitando que se controle el transporte ilegal, pero jamás tuvimos respuesta”, dijo a este diario el presidente de ATBA, Alberto Barbosa.

El titular de la entidad señaló que ellos tienen que pasar “cada mes por los controles respectivos y por la desinfección de los vehículos, por eso da bronca que no se ponga empeño en detectar a quienes no cumplen las normas”.

Se refirió también a la presencia de inspectores en las entradas a las escuelas. “En algunos establecimientos céntricos se ven, pero hay colegios en la periferia que son muy conflictivos y nunca encontrás a un inspector”, hizo notar.

Tras descartar que “por ahora” el transporte escolar vaya a tener nuevos aumentos, aseveró que en la Ciudad “hay 250 vehículos habilitados. Eso no implica que estén todos en las calles al mismo tiempo, salvo los que se encargan de llevar a niños y niñas con capacidades diferentes”, concluyó.

Desde la Comuna

En la Municipalidad aseguraron que “se dispondrán verificaciones sobre transportes escolares con el objetivo de corroborar la documentación y las condiciones de seguridad de los vehículos. Además, un cuerpo especial de agentes llevará adelante tareas de control y reordenamiento vehicular en distintas escuelas”.

“Al igual que los controles que se hicieron durante el verano a los transportes de las colonias, solicitamos a los transportistas la habilitación municipal, los tarjetones de desinfección, la cédula del vehículo, el seguro al día, la verificación técnica vehicular, la libreta sanitaria y el carnet del conductor”, enumeró el titular de la secretaría comunal de Convivencia y Control Ciudadano, Roberto Di Grazia.

 

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